La baronesa Thyssen
Salen a la luz los detalles desconocidos de las hijas de Carmen Thyssen
La baronesa Thyssen ha concedido una entrevista en la que ha hablado del pasado, presente y futuro de Carmen y Sabina
Un 8 de julio de 2006, Carmen Cervera veía cumplido su sueño de ser madre. Mediante gestación subrogada llegaron a este mundo sus dos hijas, Sabina y Carmen, quienes el próximo año cumplirán la mayoría de edad. Desde la cuna su vida estuvo blindada y plagada de misterios, a pesar de pertenecer a una de las familias más populares del país. Viven en Andorra, con su madre, en una espectacular mansión con vistas a un entorno natural. Allí han crecido y han forjado sus herméticos pasos. Ahora, la baronesa Thyssen ha arrojado un poco de luz en cuanto al pasado, presente y futuro de las mellizas.
En la que es una de sus entrevistas más cercanas, la coleccionista de arte ha desgranado cuáles serán los próximos movimientos de sus hijas y cuáles son sus anhelos y deseos para ellas. En estos momentos, están terminando el bachillerato y «estudiando mucho» porque el próximo paso que darán será el de ingresar en la universidad. Pese a haber nacido el mismo día sus gustos son diferentes y no seguirán el mismo esquema de cara al futuro.
Por su parte, Sabina tiene un alma creativa y hará algo artístico porque es lo que más le atrae. Además, da clases de solfeo y canto. «Tiene una buena voz, sus profesores la califican ya de soprano y toca el piano muy bien desde hace años», ha asegurado una orgullosa Carmen Cervera. También le gusta escribir cuentos e ilustrar historias.
En cambio, Carmen se embarcará en el mundo de los negocios. «En marzo estuvo doce días en Nueva York, viajó junto a un grupo de alumnos elegidos de varias escuelas para asistir a un modelo de debate de las Naciones Unidas», ha comentado Cervera al mismo tiempo que ha indicado que se encuentra en un proceso de selección con una prestigiosa escuela de negocios española.
Sus estudios
Carmen Cervera también ha hablado sobre la educación que las ha inculcado desde que tan solo eran unas niñas teniendo como base principal la libertad. «Nunca les he dicho lo que tienen que hacer porque creo que deben ser ellas mismas quienes elijan. Les puedes aconsejar, claro, sin forzarlas. Sí quisiera que se dedicasen a gestionar los museos que tenemos y Carmen está decidida. En ese sentido, estudiará ADE y Relaciones Internacionales», ha explicado.
Con total naturalidad, la baronesa ha dado pinceladas sobre la situación sentimental de las mellizas, dejando entrever que ambas son «románticas» y que el amor para ellas es muy importante. «En realidad, a estas edades son amigos más que novietes. Ellas tienen su grupo sobre todo de amigas, son muy sociables y me encanta que lo sean», ha contado, pero ha destacado que lo único que le preocupa es que pierdan el tiempo con una persona que no sea adecuada y afecte a sus vidas: «Deseo de corazón que tengan salud, sean responsables y felices. Y encuentren personas que las quieran y no les hagan daño». Por último, no ha querido dejar pasar la ocasión para recalcar que tanto Carmen como Sabina conocen sus orígenes, su historia porque con ellas «no tiene secretos». Durante años el gran misterio que rodea su vida ha girado en torno a la verdadera identidad del padre de las jóvenes, algo con lo que se ha especulado (y mucho), pero que todavía no se ha destapado, por lo que genera una gran expectación.