El llamativo retoque estético de Almeida antes de pasar por el altar

José Luis Martínez-Almeida siempre ha tirado de ingenio para responder a todo tipo de chanzas sobre su físico. Algunas desde la amabilidad y otras, de sus adversarios políticos, para ofender. Nunca le ha importado, sonríe relajadamente y listo. Durante una visita a El Hormiguero, en marzo de 2021, él mismo le comentó a Pablo Motos que la primera búsqueda que aparece en Google sobre él es su estatura y la segunda, su novia. La estatura es de 1,64 metros y si alguien le araña un centímetro en un artículo o perfil, lo pelea. Respecto a su novia, el alcalde por fin ha encontrado el amor en una joven de 26 años, educada y muy bien emparentada, Teresa Urquijo y Moreno. La diferencia de edad, él tiene 48, nunca ha frenado su amor.

Tras poco más de cuatro meses de relación, la pareja ha decidido pasar por el altar, tal y cómo adelantó Beatriz Cortázar, y pudo confirmar El Debate, por parte de fuentes familiares de la novia, que aseguran que la boda podría celebrarse antes de Navidad. El alcalde estaría molesto con que se hubiera filtrado la noticia, puesto que de momento, la pedida no se ha escenificado de forma oficial y había muchas personas en su entorno que no estaban al corriente.

Desde que empezó a salir con Teresa, el alcalde se muestra muy ilusionado puesto que ha confesado que le gustaría formar una familia y tener hijos y los años iban pasando. Al político nunca se le ha dado mal ligar y aseguró que no usaría una aplicación para encontrar el amor.

A Martínez-Almeida le gusta cuidarse y algunas veces camina desde su casa en Capitán Haya hasta el Palacio de Cibeles. Sale con frecuencia a correr por el Retiro y le encanta el golf. El alcalde también ha perfeccionado su sonrisa, en el dentista, a juzgar por varias fotos recientes.

El doctor Simón Pardiñas López, reconocido periodoncista y miembro del Consejo de Innovación y Excelencia de Gaceta Dental, analizaba en un post en Instagram la dentadura de Almeida. «Una sonrisa con particularidades interesantes». Hace referencia a «un labio superior corto, lo cual afecta la armonía de su sonrisa, con una marcada clase II, con un exceso de hueso en el maxilar superior y una compresión en esa área».

También se detiene en que «sus dientes eran cortos y presentan una erupción pasiva alterada, lo que significa que la encía no se colocó correctamente durante el proceso de erupción dental. Esto provoca una cantidad significativa de encía visible al sonreír, creando una sonrisa gingival que se ve agravada por su alteración en el crecimiento esqueletal». En cuanto al color de sus dientes, presentaban «un tono amarillento con desgaste». Ahora luce una boca más estética.

Pardiñas reflexiona sobre el impacto significativo que tiene la sonrisa en la imagen y la percepción de los políticos. «La sonrisa es una expresión universal de alegría y una herramienta importante en la comunicación no verbal. En el caso de los políticos, su sonrisa puede influir en cómo son percibidos por el público y en su capacidad para establecer una conexión emocional con los ciudadanos».