El Rey Carlos III
¿Qué es el agrandamiento de próstata diagnosticado al rey Carlos III y cómo saber si lo tienes?
El Rey ha querido hacer públicos los detalles de su diagnóstico para alentar a otros hombres a someterse a controles
Desde reyes hasta plebeyos. El agrandamiento de próstata es una condición que afecta a la mitad de los hombres a lo largo de su vida. Carlos III, de 75 años, se someterá a una intervención la próxima semana para tratar esta afección. El agrandamiento de la próstata no es canceroso ni aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en el futuro.
La próstata es una pequeña glándula que tienen los hombres en la pelvis entre el pene y la vejiga. Es parte del sistema reproductivo masculino y produce un líquido que se mezcla con los espermatozoides para producir semen. La glándula presenta el tamaño de una nuez, pero puede triplicase y asemejarse a una pelota de tenis, como resultado de una afección que los médicos denominan agrandamiento benigno de la próstata. La padecen la mitad de los hombres de 50 años y hasta el 90 por ciento de los hombres mayores de 80 años.
El mensaje del Rey
«Su Majestad ha querido hacer públicos los detalles de su diagnóstico para alentar a otros hombres que puedan estar experimentando síntomas a hacerse controles, de acuerdo con los consejos de salud pública. El Rey tenía planeadas una serie de reuniones y eventos en Dumfries House mañana y el viernes, que ahora se posponen por consejo del doctor; de ahí el anuncio de hoy», se puede leer en un comunicado, emitido este miércoles.
Los Reyes Carlos III y Camila
Este agrandamiento puede provocar diferentes síntomas, a medida que la próstata comienza a presionar la vejiga y a contraer la uretra. Normalmente, aparece dificultad para orinar, al empezar o terminar, necesidad de orinar con urgencia o con frecuencia, especialmente por la noche, provocando incontinencia.
Tratamiento
No se conoce la causa real del agrandamiento de la próstata, pero se sospecha que está relacionada con los cambios hormonales. Los factores ligados al envejecimiento y a los cambios en las células de los testículos pueden intervenir en el crecimiento de la glándula, al igual que los niveles de testosterona. Una teoría es que a medida que los niveles de testosterona caen, la próstata deja de ser regulada por el cuerpo de la misma manera, lo que desencadena un crecimiento acelerado.
Por lo general, lo detectan los médicos de cabecera al tratar a un paciente que ha acudido por sus problemas urinarios y luego es derivado al urólogo. La elección del tratamiento se basa en la gravedad de los síntomas. En menor escala, se recomienda beber menos alcohol y cafeína y otras sustancias que irritan la vejiga y empeoran los problemas urinarios. Se puede tratar también con medicación.
En los casos más graves, se requiere cirugía. El tratamiento quirúrgico más común se realiza insertando un endoscopio a través del pene y se extirpa la próstata parte por parte, haciéndolo desde el interior.
La mayoría de los hombres que se someten a una cirugía de próstata muestran mejorías en las tasas de flujo urinario y los síntomas.
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