Armengol, en tirantes en el Congreso
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La chabacanería de Armengol en el Congreso
La política ha lucido diferentes estilismos en el Congreso de los Diputados considerados inapropiados por diferentes expertos
Desde su salto a la política nacional como presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol se ha situado en el punto de mira, en numerosas ocasiones, por sus atrevidos estilismos. Y es que, ha protagonizado multitud de apariciones públicas donde ha dejado en evidencia que no sabe distinguir el código de vestimenta que rige cada tipo de acto o compromiso profesional.
Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre de 2023, la secretaria general del Partido Socialista de las Islas Baleares recibió varias críticas por los looks que eligió durante dos importantes citas. La primera ocurrió en el Congreso de los Diputados en una de las sesiones de investidura de Núñez-Feijóo, donde se presentó con un vestido de tirantes y un collar al más puro estilo hippie que fue catalogado por muchos como poco apropiado para la ocasión. Siguiendo las líneas protocolarias, es conveniente cubrir los hombros en este tipo de órganos. Además, en su caso particular, es aún más importante por desempeñar el rol de tercera autoridad del Estado.
Tras difundirse las fotografías de la jornada señalada, expertos en imagen como Anitta Ruiz comentaron el error de protocolo que había cometido Armengol: «Ir a presidir la Cámara Baja como si te fueras a tomar una copa en un chiringuito de playa es una falta de respeto, ya no sólo a la institución, sino a todos los ciudadanos», escribía en su perfil oficial de la red social X.
Semanas después, Francina Armengol no tomó nota de las críticas y volvió a pisar la moqueta del Congreso de los Diputados restando relevancia estilística al acto al que asistía.
Con motivo del juramento de la Constitución de la Princesa de Asturias, la presidenta de la Cámara Baja optó por un vestido corto de color azul eléctrico cuyas mangas terminaban en abullonados volantes adornados con pedrería, algo que resaltaba a simple vista ya que este tipo de brillos suelen ser utilizado para las ceremonias de tarde o noche y no para un acto realizado a las once de la mañana, como fue el mencionado.
Francina Armengol eligió un vestido con volantes y pedrería
Para rematar el atuendo, arriesgó en el calzado prescindiendo del tacón y sustituyéndolo por unas bailarinas que, para el acto, fueron consideradas como inadecuadas por diferentes expertas. «Soy una firme defensora del zapato cómodo para eventos y actos. Pero estas bailarinas me han parecido absolutamente fuera de lugar e inapropiadas para este acto y este cargo, que era la anfitriona del mismo», comentó Diana Rubio, doctora en comunicación y experta en protocolo.
Precisamente los zapatos fueron otro de los motivos que volvieron a convertir a Armengol en objeto de crítica durante un encuentro protocolario en el Palacio de la Zarzuela con el Rey Felipe VI. Para la ocasión, la política lució un conjunto informal compuesto por un vestido veraniego que acompañó con unas alpargatas, las cuales son propias de la temporada de calor en la que se encontraban, pero no apropiadas para una reunión con Su Majestad.
El look elegido para un encuentro protocolario con Felipe VI
Estas situaciones dejan entrever que Francina Armengol quiere ser fiel a su propio estilo, pero lo cierto es que, en un puesto de trabajo como el suyo no todo vale. Marta Pontnou, asesora de imagen de políticos, considera que el vestuario dentro del Congreso debería ser serio, lejos de los estampados y los colores que utiliza usualmente Armengol. No hay que olvidar que el estilismo al final es otra vía de lenguaje y, en el caso de los políticos, es de vital importancia ser correctos en este sentido, algo con lo que, por ahora, Francina Armengol no ha cumplido.