Los Reyes Carlos III y Camila, en el servicio religioso de Pascua, en el castillo de Windsor
El gesto de Carlos III en el servicio de Pascua que muestra la preocupación de sus médicos
El Rey reapareció en un acto público por primera vez desde que anunció su diagnóstico de cáncer para reforzar su imagen y proyectar estabilidad en la Corona
Una aparición minuciosamente estudiada y con una gran carga simbólica. Carlos III pidió a su equipo médico que le permitiese acudir al servicio religioso del Domingo Pascua, en el castillo de Windsor, para proyectar una imagen de estabilidad y transparencia en un momento muy delicado para la Corona.
Sobre las 10.40 horas, los Reyes Carlos III y Camila llegaban a la capilla de San Jorge, a bordo de un Bentley oscuro. A pesar de su rostro pálido y débil y más delgado, el Rey se deshizo en sonrisas, tratando de disfrutar de su primer compromiso público desde que anunció que padecía cáncer el pasado febrero.
Buckingham se ha esforzado en difundir regularmente imágenes del Rey durante sus audiencias en Buckingham con el primer ministro, el ministro de Economía o varias embajadores para demostrar que sigue al mando de la institución. No obstante, su presencia en el servicio de Pascua era el primer acto en el que se dejaba ver ante la ciudadanía directamente. «Qué valiente sois esperando ahí fuera con este frío», declaró ante un grupo de locales que aguardaba en el exterior.
El Rey Carlos III saludo a varios ciudadanos el Día de Pascua
Con un abrigo de paño azul marino y corbata con estampado náutico, se dejó hacer fotos por todos los que esperaban desde primera hora de la mañana y se acercó a charlar con varios ciudadanos, estrechando manos, algo que probablemente sus médicos no hayan visto con buenos ojos. Se ha esforzado en mostrarse lo más cercano posible.
Aunque todo parecían buenas caras y crearon un ambiente distendido, el Rey se sentó en el interior de la iglesia, apartado del resto de familiares para evitar una sobreexposición y el riesgo de contagio en un momento de extrema debilidad, con las defensas bajas, mientras recibe tratamiento contra el cáncer. Una señal evidente de la preocupación que existe entre sus médicos por su salud, a pesar de que él trata de cumplir con su papel como Rey.
La Princesa Ana y el Príncipe Andrés, el Domingo de Pascua
A la misa también asistieron sus hermanos; la Princesa Ana, con su esposo, Timothy Laurence; el Príncipe Andrés con Sarah Ferguson, y los duques de Edimburgo. Los grandes ausentes fueron los Príncipes de Gales y sus tres hijos, instalados en su casa campestre de Sandringham, tras el anuncio de cáncer de Kate. Carlos III tampoco asistió al tradicional almuerzo que se sirve después para minimizar los riesgos.
El Palacio de Buckingham ha precisado que el retorno «suave» del Rey no significa su regreso inmediato a los actos públicos, sino que es un movimiento puntual para reforzar su imagen. Ahora mismo, es la Reina Camila quien ejerce como cabeza visible de la Corona.
Todo apunta a que la recuperación será larga. Su sobrino Peter Phillips incluso comentó que Carlos III estaba frustrado porque el tratamiento se iba a alargar. Por ahora se desconoce si el monarca, que fue coronado el pasado 6 de mayo, podrá participar en el popular desfile del 'Trooping the Colour' en junio, cuando se celebra su cumpleaños 'oficial' y la Familia Real saluda a sus súbditos desde el balcón de Buckingham.
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