
La Infanta Elena de Borbón y su hijo Felipe Juan Froilán Marichalar en diciembre
La madurez de Felipe Juan Froilán de Marichalar
La Infanta Elena estará el miércoles en la inauguración de Casa Aladina en Madrid
La vida de los hijos de la Infanta Elena va por muy buen camino, eso parece al menos. Felipe Juan Froilán va asentándose poco a poco en Abu Dabi, cerca de su abuelo, mientras Victoria Federica le manda todo su cariño durante la presentación del cartel de San Isidro del que ella misma es imagen. La Infanta respira tranquila en estos momentos, con los dos hijos encarrilados profesionalmente. Su hijo mayor, asentado en el mundo empresarial y su hija Victoria, triunfa como modelo y personaje de televisión, entre otras cosas.
Casa Aladina
Doña Elena sigue su vida. Su rutina en su trabajo en Madrid, sus planes, acaba de estar en los toros este fin de semana y sus muchos amigos. Doña Elena tiene también citas solidarias, por ejemplo, estará este miércoles en la presentación de la Fundación Aladina con el Alcalde de Madrid, José Luis Martínez- Almeida y Paco Arango. Se presenta la Casa Aladina, el primer centro asistencial de día de España para niños con cáncer y sus familias.
Felipe Juan Froilán
Froilán trabaja actualmente como consultor júnior en una multinacional en el área de logística, marketing y relaciones públicas, y vive en un piso compartido. Además como revela Vanitatis, está también estudiando un máster a distancia. Hasta este verano estuvo vinculado a la Cumbre del Clima, pero en junio terminó sus responsabilidades y hasta hace poco tiempo no ha comenzado en este nuevo puesto.
Tarea que compagina con el máster que cursa en una universidad americana. Es un joven que este año cumple 27 años y se nota en su actitud. Más maduro y responsable, atrás han quedado sus noche de locura en Madrid y las islas y sus líos nocturnos en Marbella. Sus estudios de Publicidad y Márketing, con las relaciones públicas como plato fuerte le avalan en su ejercicio laboral. Dicen que no se plantea volver a España, de momento. Está encantado allí.
Su salario le permite financiarse el apartamento que comparte con un amigo, aunque su abuelo don Juan Carlos probablemente le eche una mano con alguna ayudita económica para algún capricho. Su abuelo, quien por cierto se acaba de desplazar a Lisboa al funeral de su íntimo el Aga Khan y en breve estará en Sangenjo, el 15 de marzo, para participar en las regatas de nuevo.