La peor cara de Itziar Ituño

Si algo ha logrado Itziar Ituño últimamente, es ser mucho más conocida por sus posturas políticas radicales que por su carrera como actriz. A pesar de que se hizo mundialmente famosa por interpretar a Raquel Murillo en la exitosa serie La Casa de Papel, parece que ahora su nombre se asocia más a sus simpatías por el entorno etarra que a sus papeles en la pantalla. La actriz vasca ha optado por dar más protagonismo a sus opiniones políticas que a su talento actoral, lo que le ha valido una creciente lista de críticas.

Su apoyo a los presos de ETA ya no es un secreto. En un reciente evento en el Movistar Arena de Madrid, Itziar Ituño subió al escenario para cantar junto a Fermín Muguruza, un músico conocido por sus vínculos proetarras, el tema «Sarri Sarri». Pero no se trataba de una canción cualquiera; esta pieza glorifica la fuga de Iñaki Pikabea y Joseba Sarrionandia, dos etarras condenados que se escaparon de la prisión de Martutene en 1985. A pesar de las fuertes críticas de Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo), que la acusan de glorificar el terrorismo, Ituño ha decidido seguir adelante con su postura sin mostrar ningún atisbo de arrepentimiento.

Y, como era de esperar, esto no es una anécdota aislada. En marzo de 2024, ya había interpretado el mismo tema en los Premios Your’s en Lleida, lo que provocó una ola de rechazo, especialmente entre las víctimas del terrorismo. Y, por si esto fuera poco, la actriz no solo apoya las canciones de este tipo, sino que también ha defendido en el pasado las manifestaciones a favor de los presos de ETA.

Pero lo que más ha sorprendido, fue un discurso lleno de emoción en el que Ituño, entre lágrimas, mandaba «un abrazo caluroso» a los etarras, especialmente a Txus, un etarra implicado en el asesinato de un ertzaina. Como si eso no fuera suficiente, la actriz también ha manifestado su apoyo a Arnaldo Otegi, condenado por pertenencia a ETA, y ha calificado de «caza de brujas» las críticas que ha recibido. Y volvió a protagonizar una polémica en Bilbao, enviando «abrazos» a los presos de ETA durante el pregón de la Semana Grande.

La actriz es consciente de que sus posturas políticas radicales han tenido un impacto en su carrera profesional. En particular, algunas marcas han decidido distanciarse de ella debido a estas posturas. Por ejemplo, BMW Lurauto, un concesionario vasco, decidió cancelar su colaboración con la actriz, dejando claro que no querían asociar su imagen a «ninguna ideología política». A pesar de esta reacción negativa, políticos de la extrema izquierda, como Pablo Iglesias y Íñigo Errejón, han defendido a Itziar públicamente. Iglesias, conocido por sus comentarios provocadores, fue más allá y acusó a los dueños de BMW de tener vínculos con los nazis, una acusación completamente fuera de lugar y que parece más una excusa para justificar el apoyo a la actriz. Errejón, por su parte, se unió a la defensa de la actriz apelando a la «libertad de expresión», sugiriendo que Itziar debería tener el derecho de expresar sus opiniones políticas, aunque estas sean tan controvertidas.

Aunque la actriz ha tenido papeles importantes, como su participación en Loreak (que representó a España en los Oscars) o en la serie de Netflix titulada Intimidad, parece que el foco está en sus posturas políticas, más que en su talento.