
Mariann Barrena y Carlo Ancelotti, en una imagen de archivo
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Las raíces españolas de Mariann Barrena, la mujer de Carlo Ancelotti
Se conocieron en Londres y acaban con su vida en Madrid tras conocerse el fichaje del italiano por la Selección brasileña
Quince títulos avalan a Carlo Ancelotti como uno de los entrenadores más laureados de la historia. El técnico italiano llegó al Real Madrid en 2013 procedente del Paris Saint-Germain con intención de conseguir la Décima y lo logró en su primera temporada. Desde entonces, le han seguido otras dos Copas de Europa, tres mundiales de Clubes, dos Copas del Rey y 2 Supercopas de España. Que se mudase a España no responde únicamente a la necesidad de aumentar su palmarés –aunque todo suma–, sino de dar un vuelco a su carrera y formar parte de uno de los mejores clubs del mundo.
Aunque se desconoce con certeza, quizás también influyese en su decisión de abandonar la Ciudad del Amor que su mujer, Mariann Barrera, tenga una conexión sentimental con España. Pese a que se crio en Vancouver (Canadá) y ha considerado su hogar distintas ciudades del mundo, nuestro país siempre le ha despertado la simpatía y curiosidad necesarias para vivir aquí. De hecho, posee la doble nacionalidad: canadiense y española.
Su historia familiar se remonta a dos ciudades muy distintas del paisaje español: su padre, Antonio, es originario de Sigüenza (Guadalajara), mientras que su madre, María Concepción, proviene de Santander, en la costa cántabra. A partir de aquí, hay dos teorías distintas: que emigraron a Canadá por el trabajo de su padre o por la búsqueda de nuevas oportunidades. En cualquier caso, nunca dejaron atrás el vínculo con su país natal.
Barrena creció entre dos lenguas, dos culturas y dos modos de entender el mundo. En una entrevista poco conocida, confesó que si tuviera que volver a nacer, no dudaría en elegir ser española. «España es parte de mí, incluso cuando estoy lejos», comentó con nostalgia. Esa afirmación no es menor para alguien que, tras la separación de sus padres, se quedó a vivir en Canadá junto a su madre, mientras su padre regresaba a España, y sin saber que ella misma volvería para instalarse durante una década.
A Carlo Ancelotti lo conoció en 2011 de forma casual en un restaurante de Londres en 2011, a donde ella acudió a cenar con otro hombre. Ancelotti se quedó prendado de ella y, antes de marcharse, se acercó a su mesa y le dijo en italiano –y sin que su acompañante lo escuchase–: «Tú serás mi prometida algún día». Mariann se rio y le respondió: «Claro, la próxima vez traigo yo el anillo». Se casaron tres años después en una ceremonia íntima a la que también fue la única hija de Barrena: Chloe, fruto de una relación anterior.
Carlo Ancelotti y Mariann Barrena
Era su segunda boda para ambos. El técnico de Reggiolo ya había estado casado con Luisa Gibellini, con la que tuvo dos hijos, Katia, que nació en 1984, y Davide, que vino al mundo en 1989. Barrena, por su parte, había estado casado con un magnate de la industria minera apodado McClay con el que tuvo a su hija y a quien probablemente conoció mientras trabajaba en la firma minera Dayton Mining Corporation. Previamente, Barrena, que habla inglés, francés, italiano y español, también ha trabajado para Barclays después de haberse formado en estudios avanzados en la Escuela de Negocios Cass.