Sánchez comparte maquilladora con los presentadores de Masterchef

«Tres, dos, uno… Manos arriba». Más de uno se habrá fijado en el aspecto impecable del jurado de Masterchef entre fogones y cazuelas. La responsable es Ana Renedo, jefa de maquillaje desde hace más de una década del exitoso espacio producido por Shine Iberia. La maquilladora no solo esculpe el rostro de Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera, sino también el de Pedro Sánchez, en ruedas de prensa y entrevistas en televisión.

Ana Renedo es licenciada en Ciencias Químicas, pero su rumbo cambió tras maquillar para una boda a una amiga, que quedó fascinada con el resultado. Posteriormente, le hablaron de un curso de caracterización, para crear personajes, y puesto que su padre era un amante del cine, pensó que aquello era para ella. Hoy lleva 25 años, triunfando como maquilladora. Tras una primera etapa en el cine, actualmente está volcada en televisión donde también trabaja para Maestros de la Costura, de la misma productora que el concurso de cocina.

Curiosamente, su primer empleo fue en el corto Osario (2001) y le tocó maquillar a un muerto. Una experiencia muy diferente a la que vivió con Robert Redford. Tras pasar por el cine, se incorporó a la televisión, primero en el programa La Voz y posteriormente en los espacios de Shine Iberia.

Renedo ha ido combinando trabajos con diferentes productoras y entró en contacto con Moncloa en el año 2015, durante el Gobierno de Rajoy. Eso sí apenas echaban mano de ella, como mucho, una vez al mes. Cuando Sánchez llegó al poder, en 2017, sus servicios se convirtieron en imprescindibles para un presidente especialmente obsesionado con su imagen. «Para mí son solo personas que van a salir en la tele, no le doy mayor importancia. Conmigo son sencillos», comentó en una entrevista con RNE, sobre su relación con los políticos.

Todas las miradas se dirigen al rostro del presidente en su momento más delicado, con una trama de corrupción instalada en la cúpula de su Gobierno y el PSOE. El pasado jueves, se comentó cómo empleó el maquillaje para presentarse como víctima. Recurrió al contouring, una técnica que utiliza luces y sombras para realzar o disimular ciertas áreas del rostro y crear la ilusión de una forma más definida y esculpida.

En noviembre de 2020 el Gobierno lanzó una memoria para «la contratación de servicios de imagen para las comparecencias en el edificio portavoz del complejo de la Moncloa». En 2021, el primer contrato de maquillaje y peluquería conocido ascendió a unos 19.500 euros. En 2022, alcanzó los 30.000 euros por unas 119 sesiones. El contrato de julio de 2024 está valorado en 41.810 euros e incluye unas 190 intervenciones a lo largo de un año.

Estos gastos incluyen servicios a vicepresidentas, ministros y cargos institucionales que participan en comparecencias o actos públicos.