Olivia de Borbón reclama el título de su padre para convertirse en duquesa de Sevilla

Fue el pasado 20 de mayo cuando Francisco de Borbón y Escasany, duque de Sevilla y primo del Rey Juan Carlos, fallecía a última hora de la tarde en el hospital de la Princesa de Madrid. Acudió a Urgencias tras sentirse indispuesto y le detectaron una mancha en el cerebro, falleciendo tan solo diez días después de su hermano Alfonso. «Gracias a Dios pudimos estar con él hasta el último momento», comentó su yerno, Julián Porras en redes sociales.

A sus 81 años pertenecía a una larga saga aristocrática y ostentaba el título de duque de Sevilla, uno de los títulos nobiliarios con mayor tradición de la monarquía española. Con su muerte, el título quedaría en manos de Olivia de Borbón, respondiendo al deseo expresado en vida por su padre.

Ha sido el 1 de julio cuando se ha hecho efectiva la solicitud a través del BOE, que anuncia, además, un plazo de treinta días, «contados a partir de la publicación de este edicto, a los efectos del artículo 6º del Real Decreto de 27 de mayo de 1912, en su redacción dada por Real Decreto 222/1988, de 11 de marzo, para que puedan solicitar lo conveniente los que se consideren con derecho al referido título».

«La sucesión como duquesa de Sevilla, con Grandeza de España, ha sido solicitada por doña Olivia Enriqueta de Borbón Von Hardenberg, por fallecimiento de su padre, don Francisco de Paula de Borbón y Escasany», explicaba el escrito emitido el pasado 20 de junio en el que la primogénita de la familia reclamaba el título, confirmando así que no sería para el único hijo varón del fallecido, Francisco. La ley 33, de 30 de octubre de 2006, conocida como Ley de Igualdad de Títulos Nobiliarios (LITN) , establece que es el primogénito, sea hombre o mujer, quien hereda el título que ostentaba su progenitor.

Lejos de producirse una disputa, Francisco de Borbón ha reconocido que «su familia nunca se va a romper por este tema (del Ducado de Sevilla) y esto va a concluir teniendo en cuenta el cariño que nos tenemos y los unidos que estamos». «Olivia y yo nos reímos de este show que están intentando montar. Esto va a concluir teniendo en cuenta el cariño que nos tenemos y lo unidos que estamos», explicó.

Padre e hija siempre se han mostrado muy unidos. Vivían con apenas varias casas de diferencia en Marbella y el duque se trasladaba a diario para ver a sus nietos, Flavia y Fernando Enrique. Pero el vínculo era igual desde que Olivia era pequeña, cuando decidió quedarse a vivir con su padre cuando su padre se fue a vivir a Santo Domingo. Tuvo su primera menstruación estando conmigo y tuve que ir a la farmacia y comprar todo lo necesario. Siempre compartimos momentos muy especiales», explicó el fallecido duque de Sevilla en su libro Cuasi memorias.

No ha sido esta la única pérdida que ha sumido a la familia en la tristeza. Francisco y Olivia perdieron a su hermana mayor, Cristina de Borbón von Hardenberg, a los 44 años. Apenas un mes después, en marzo del mismo año, falleció también su madre, la condesa alemana Beatrice von Hardenberg zu Fürstenberg, descendiente de una distinguida familia aristocrática europea con estrechos vínculos con la realeza y la nobleza alemana.