Guerra en el centro de Madrid para entrar a un hotel que vende todo su mobiliario tras su cierre

horas de cola para hacerse con una lámpara globo, un edredón nórdico o un sofá chaise longue. La plaza de Santa Ana se ha convertido este viernes en una auténtica batalla campal para entrar en el hotel ME Madrid Reina Victoria, donde se ha puesto a la venta todo el mobiliario tras su cierre. Más de 10.000 piezas a precios de ganga. Una iniciativa organizada por la start up Eco-One, contratada por Meliá Hotels International.

Varios agentes de la Policía Nacional se han visto obligados a poner orden en la fila y custodiar la entrada principal. «Solo se puede acceder con entrada previa, el que no tenga, por favor que se retire», anunciaba un responsable. Todas las reservas gratuitas se agotaron en veinte minutos, a través de Eventbrite. La venta estará abierta hasta el próximo domingo y se esperan unas 2.000 personas que accederán según las horas estipuladas. La confusión y caos de este viernes responde a que en un principio se anunció la venta sin necesidad de reserva previa del acceso. Posteriormente, decidieron organizarlo con entrada por franjas horarias. Y muchos se pusieron a la cola sin entrada.

El público entraba en tandas de 50 personas y disponía de 45 minutos para realizar sus compras, pero muchos se han quedado fuera. «Vamos a poner una hoja de reclamación en Consumo, porque esto ha sido publicidad engañosa», amenazaba una mujer de unos 60 años, que venía con la idea de amueblar una casa de la playa.

Una vez dentro, el espacio está dividido en dos zonas. Al entrar, en la sala más amplia está expuesto el mobiliario grande con sillas, camas, hamacas de jardín, sofás y lámparas. Cada artículo presenta un código de referencia para pedirlo en caja al estilo Ikea. Eso sí, sin saber si queda stock. La siguiente sala (sin opción de retorno) reúne los objetos pequeños como vajillas, cristalería, almohadas, nórdicos, toallas, albornoces...

Los precios resultan muy atractivos. Una lámpara globo de mesa valorada en 200 euros se vende a 7,50 euros (sin el enchufe). Una cafetera Nespresso por 30 euros, televisiones de 60 pulgadas a 75 euros, cojines por 5 euros y nórdicos de plumas a 40 euros. También espejos de aumento por 7,5 euros. «Perdona, esta colcha es mía, que la he puesto ahí mientras hago la cola para pagar», le decía una chica a una señora mayor. La gente salía del hotel con las almohadas y los edredones al hombro.

La locura por entrar desató una vez más la picaresca española. «Había gente inventándose todo tipo de excusas para acceder sin entrada. Incluso se han falsificado códigos QR. Otro ha dicho que era amigo del director del hotel para intentar colarse. Es una locura», declara una de las organizadoras a El Debate.

La compañía Eco One, organizadora de la venta de muebles, busca dar un nuevo valor al mobiliario de los hoteles, impulsando la economía circular y ofreciendo al público la posibilidad de acceder a piezas de diseño con historia a precios accesibles. Y en el interior, todos los miembros de la compañía se han armado de paciencia con una sonrisa para atender a los cientos de nerviosos clientes en busca de una buena ganga. ¿Acabarán los artículos en Vinted?