Juan Carlos Ferrero: de su mujer a sus negocios fuera del tenis

La reciente ruptura profesional entre Carlos Alcaraz y Juan Carlos Ferrero ha puesto fin a una de las asociaciones más exitosas del tenis español. Fue el propio Alcaraz quien lo anunció en redes sociales con un mensaje personal y emotivo, en el que hablaba de una decisión «difícil» tras más de siete años de trabajo conjunto. El murciano agradeció a su entrenador haber convertido «sueños de niño en realidades» y recordó que comenzaron a trabajar juntos cuando apenas tenía 15 años. El comunicado cerraba una etapa marcada por grandes títulos y una relación estrecha dentro y fuera de la pista. Pero, ¿quién es realmente el hombre que ha estado detrás del ascenso del actual número uno del mundo y a qué se dedica más allá del tenis profesional?

Al margen de su etapa como jugador, el extenista valenciano ha construido en los últimos años una vida estable tanto en el plano personal como en el profesional. Está casado desde 2015 con Eva Alonso, terapeuta ocupacional, a quien conoció en Alicante. Juntos tienen tres hijos, Vega y dos mellizos. En distintas entrevistas, él mismo ha llegado a referirse a Alcaraz como si fuera «un cuarto hijo», en alusión a la estrecha relación personal y profesional que han mantenido durante años.

Tras su retirada del circuito profesional en 2012, decidió orientar su carrera hacia proyectos empresariales ligados principalmente al deporte, sin desvincularse del tenis de alto nivel. El principal eje de esta nueva etapa se encuentra en Villena, en la provincia de Alicante, donde puso en marcha la JC Ferrero-Equelite Sport Academy. Se trata de un complejo deportivo de grandes dimensiones que cuenta con alrededor de veinte pistas, zonas de entrenamiento, gimnasio y residencias para alumnos y personal. El centro acoge cada año a más de un centenar de jóvenes tenistas que residen de forma permanente, además de otros alumnos que realizan estancias temporales a lo largo de la temporada. El propio Ferrero vive dentro del recinto de la academia, junto a parte de su familia y del equipo técnico, lo que le permite estar muy implicado en la supervisión diaria del trabajo deportivo.

A este núcleo principal se suma otro de sus proyectos inmobiliarios más conocidos: el Hotel Ferrero, ubicado en la localidad valenciana de Bocairent, en plena Sierra de Mariola. El complejo surgió a partir de la rehabilitación de una antigua masía convertida en un hotel de lujo orientado al descanso, la naturaleza y el bienestar, con spa y pistas deportivas. El diseño arquitectónico, firmado por Luis Sendra, se desarrolló sobre una amplia finca rodeada de vegetación autóctona. A pesar de la singularidad del enclave y del planteamiento del establecimiento, el hotel pasó por distintas etapas de apertura y cierre debido a problemas de ocupación y viabilidad, y en la actualidad no se encuentra operativo.

A esta trayectoria empresarial se suma su etapa como propietario del Open de Valencia, torneo que llegó a celebrarse en categoría ATP 500 y posteriormente 250. Tras diversas dificultades organizativas y económicas, la licencia fue vendida por alrededor de dos millones de euros y el torneo pasó a celebrarse fuera de España. Precisamente en ese mismo evento anunció su retirada como jugador profesional en 2012, poniendo fin a una carrera deportiva de alto nivel.

Nacido en Ontinyent en 1980, fue número uno del mundo en 2003 y campeón de Roland Garros ese mismo año. Su trayectoria, marcada por grandes éxitos en los primeros años del siglo XXI, se vio condicionada por las lesiones. Según datos oficiales de la ATP, ganó cerca de 14 millones de dólares en premios durante su etapa como profesional, antes de iniciar una nueva vida vinculada a la formación, la gestión deportiva y el desarrollo de proyectos propios.