Fundado en 1910

Beatriz y Eugenia de York, con sus respectivos maridos en la misa navideñaVictoria Jones/Shutterstock

Beatriz y Eugenia de York, dos princesas unidas en la adversidad

Las hijas de Andrés Mountbatten-Windsor y Sara Ferguson siguen formando parte activa de la monarquía británica, al menos en la comitiva familiar del día de Navidad

Un día tan señalado como es el 25 de diciembre, día de Navidad, las hijas de Andrés Mountbatten-Windsor no faltaron a la misa familiar en Sandringham con los Reyes, Carlos y Camila, los Príncipes de Gales y el resto de la familia. Acudieron las dos princesas con sus respectivos maridos, pero no con sus padres. Andrés y Sara están fuera de juego tras los escándalos vividos y demostrados por su nexo con Jeffrey Epstein.

No son buenos tiempos para las dos hermanas, herederas de una losa familiar que les salpica, pero de la que no son responsables. Precisamente eso es lo que han querido escenificar en la cita familiar del día de Navidad los Windsor. Beatriz y Eugenia acudieron a la misa familiar porque son ajenas a los escándalos y siguen dentro de la institución y siguen gozando del favor de su tío, el Rey Carlos III. De hecho, las princesas conservan su título por decisión del Rey Carlos.

Mala reputación

La destapada y acreditada vinculación con Jeffrey Epstein provocó la previsible ausencia de Andrés Mountbatten-Windsor y de su exesposa Sarah Ferguson en Sandringham en la misa navideña de la Familia Real británica. Edoardo Mapelli Mozzi acompañó a la Princesa Beatriz y Jack Brooksbank a la Princesa Eugenia, que caminaba muy próxima a su tío. En el año 2023, Sarah Ferguson, se unió al significativo paseo navideño demostrando que el divorcio no era un problema. El pasado año tampoco acudieron ni Andrés ni Sara. La sombra del caso Epstein es alargada.

El siguiente capítulo de esta historia es que Andrés y Sara abandonen la mansión en la que viven desde hace 30 años a pesar de su separación matrimonial. Una vivienda de 30 habitaciones que el Rey quiere recuperar, al tiempo que hace desaparecer a su conflictivo hermano mediano del recinto de Windsor. Las dos princesas salen, de momento, reforzadas de este escándalo y celebran un año más la Navidad lejos de sus padres.