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Icono de santa Xenia de San Petersburgo

Picotazos de historia

La querida santa Loca de San Petersburgo

Se denominan «santos locos» o « insensatos» a aquellas personas que han elegido el difícil sendero del intento deliberado de aparentar locura o necedad, con el fin de denunciar los fallos de la sociedad y/o ejercer la caridad

Se denominan «santos locos» o « insensatos» (en eslavo antiguo se usa la palabra yurod que significa tonto) a aquellas personas que han elegido el difícil sendero del intento deliberado de aparentar locura o necedad, con el fin de denunciar los fallos de la sociedad y/o ejercer la caridad. Por alguna razón es un tipo de santidad que a los rusos o les gusta mucho o se les da bien, porque tienen la mayor cantidad de ellos. Santa Xenia de San Petersburgo es la última que se agregó al grupo.

Aunque vivió entre el siglo XVIII y el XIX se sabe muy poco de ella. Se calcula que nació entre 1719 y 1730 y en cuanto a la fecha de su muerte también hay muchas dudas, principios del siglo XIX. Se ignora el apellido de soltera, solo sabemos que antes del matrimonio se la conocía como Xenia Grigorievna (Xenia hija de Grigori). Xenia casó con Andrei Fedorovich Petrov, quien alcanzó el grado de coronel y ocupó algún puesto en la corte. Vivían en una casa de su propiedad en la calle Lahktyskaya número 17, donde hoy se encuentra la Iglesia de Santa Xenia de San Petersburgo. El matrimonio duró poco, ya que con veintiséis años, Xenia enviudó. Destrozada por la perdida y sin descendencia, donó su casa a unos conocidos y repartió cuanto tenía de valor. Se lanzó a la calle, vestida únicamente con el uniforme de su marido y haciéndose pasar por él decía «Xenia ha muerto, yo soy Andrei Fedorovich». Había elegido el camino de la locura.

Durante el día se la podía encontrar por las calles de San Petersburgo ayudando a los más necesitados y cuanto le ofrecían sus amigos se lo entregaba a ellos. Durante mucho tiempo no se supo donde pasaba las noches. Se descubrió que cargaba ladrillos para la construcción de la Iglesia del cementerio de Smolesko y que allí descansaba. Con el pasar de los años el uniforme del marido se deshizo y cambió de indumentaria, pero siempre con los colores del uniforme: falda roja o verde y chaqueta de los mismos colores. Parece ser que desarrolló el don de la videncia y predijo acontecimientos que se cumplieron, algunos muy sonados, pero, por encima de todo, generaba un enorme respeto y ternura entre todos los habitantes de la ciudad. Fue enterrada en el cementerio, cuyo templo ayudó a levantar, acompañada por una multitud que quiso despedirse de ella. Xenia de San Petersburgo fue canonizada por la Iglesia Ortodoxa el 6 de junio de 1988.