
El USS William D. Porter dañado
Picotazos de historia
El USS William D. Porter casi mata al presidente Roosevelt
El destructor USS William D. Porter tiene posiblemente el récord de desastres de todas las armadas del mundo a lo largo de la historia
El USS William D. Porter fue un destructor de la clase Fletcher y posiblemente tenga el récord de pifias de todas las armadas del mundo a lo largo de la historia.
En noviembre de 1943, bajo el mando del novato oficial Wilfred Walter, recibió orden de abandonar puerto para dirigirse a dar escolta al acorazado USS Iowa. Con la emoción –¡era la primera misión del barco y su tripulación!– izaron mal la segunda ancla que se enganchó en un mercante vecino, arrancando barandas, botes salvavidas y obra muerta. Breve disculpa y salir zumbando pues la misión era urgente.
El Porter iba a dar escolta al mencionado acorazado que transportaba al presidente Roosevelt, el secretario de Estado Hull, almirante King y un séquito de ochenta personalidades que asistieron a la Conferencia de Teherán. El acorazado y todos los barcos de escolta tenían orden de guardar silencio de radio y navegar a la máxima velocidad. La noche 12 de noviembre, atravesando el Mar de los Sargazos, pero una violenta explosión alteró a todo el convoy que rápidamente inició maniobras evasivas. Con el corazón en un puño ante la perspectiva de un ataque de submarinos alemanes pasaron los minutos, hasta que el USS Porter comunicó que una carga de profundidad sin seguro se había soltado, rodado por cubierta y caído al mar explosionando.
Al día siguiente, el USS Porter perdió un miembro de la tripulación, que cayó por la borda, y además, tuvo averías en la sala de máquinas que le retrasaron varias horas. Arreglada la avería, el almirante King mandó llamar a Walter al Iowa y le largó una bronca de órdago.El día 14 de noviembre se hizo una demostración de cobertura antiaérea. Animado por las explosiones, Walter decidió sumarse con un simulacro de lanzamiento de torpedos, ¡tomando al USS Iowa como objetivo! Todo fue bien con los torpedos uno y dos que permanecieron dentro de sus tubos, pero el tercero saltó encabritado, con carga explosiva y espoleta, en dirección al acorazado presidencial. Para no romper el silencio se lanzaron señales luminosas, pero el marinero estaba tan nervioso que no daba pie con bola. Walters rompió el silencio de radio. Para salvarse del torpedo, el Iowa tuvo que hacer un giro tan cerrado, y a toda máquina, que Roosevelt, que estaba en cubierta en su silla de ruedas, no cayó por la borda gracias a la rápida actuación de sus guardaespaldas.
El USS Porter fue expulsado del convoy y enviado a una base militar en Bermudas, donde toda la tripulación fue arrestada e interrogada. Comprobado que no había nazis infiltrados, el barco y la tripulación fueron destinados Dutch Harbour, en el Ártico. Durante unos meses todo fue bien hasta que, entre dos periodos de maniobras, un marinero borracho disparó uno de los cañones de 127 mm, con la mala suerte de volar el jardín de la casa del comandante de la base, que en ese momento daba una fiesta a las autoridades y sus esposas.
El 30 de mayo de 1944, Walters fue sustituido por el capitán de fragata Charles Keyes y todo estuvo todo lo normal que se puede estar en una guerra, hasta que en mayo de 1945 lo destinaron a Okinawa. Durante el bombardeo previo al desembarco, el USS Porter, accidentalmente acribilló al destructor USS Luce. Afortunadamente sin víctimas mortales.
Conscientes de la horrible reputación del barco, se le destinó a la defensa aérea contra los kamikazes, lejos del núcleo de la invasión. En esta actividad cobró ocho derribos: cinco kamikazes y tres aviones propios.
El 10 de junio de 1945 se detectó una formación de kamikazes y se abrió fuego contra ellos. El USS Porter derribó un D3A1 «Val» que se había acercado a cincuenta metros, con tan mala suerte que el «Val» no explotó. Se hundió en el agua y continuó por inercia, explotando justo debajo del destructor. Los daños fueron tan graves que el Porter se hundió pasadas tres horas. Jamás la marina de Estados Unidos ha vuelto a dar su nombre a ningún otro barco. Por si acaso.