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19 de abril de 2024

Kennedy se dirige a sus seguidores en el Salón Embassy del Hotel Ambassador

Kennedy se dirige a sus seguidores en el Salón Embassy del Hotel AmbassadorWikimedia Commons

55 º aniversario de su muerte

¿Quién mató a Bobby Kennedy?: todos auguraban su triste final

Poco después de la medianoche del 5 de junio de 1968, el senador Robert Kennedy fue tiroteado en el Hotel Ambassador de Los Ángeles tras ganar las primarias presidenciales de California. Un día después, el 6 de junio, fue declarado muerto

«Acabo de ver al tipo que me va a matar», murmuró Robert F. Kennedy en la jornada del 5 de junio de 1968 durante las celebraciones de su exitosa campaña en las primarias de California en su intento de obtener la nominación demócrata para la presidencia de los Estados Unidos. Aquella misma noche, el candidato de 42 años acababa de pronunciar su último discurso en el hotel Ambassor de Los Ángeles. Terminó de hablar casi después de la medianoche y, para evitar que caminara entre el público, sus colaboradores decidieron que fuera hacia la sala de prensa pasando por la cocina, cuando un hombre se puso delante de él y disparó con un revólver del calibre 22 contra el senador y su comitiva, alcanzándole a quemarropa en la cabeza y el cuerpo, e hiriendo también a otras cinco personas.
Kennedy hace campaña en Los Ángeles, 1968 (foto de Evan Freed)

Kennedy hace campaña en Los Ángeles, 1968Wikimedia Commons

«Fui golpeado. No sabía que me habían golpeado. Temblaba violentamente y me caí. Luego cayó Bob. Vi destellos y oí crujidos. En realidad, el crepitar eran todas las otras balas que se dispararon», relató Paul Schrade, uno de los heridos en aquel atentado. El presunto agresor fue detenido de inmediato, pero ya era demasiado tarde. Robert Kennedy fue llevado al Hospital Good Samaritan donde moriría al día siguiente. La autopsia de Bobby –como le llamaban– mostró que una de las balas había atravesado la hombrera derecha de su chaqueta sin penetrar en su cuerpo, mientras que otras dos lo habían alcanzado: una debajo de la axila derecha, y otra, la mortal, en el cráneo, atravesando el cerebro.
La versión oficial del asesinato indicaba que fue Sirhan Bishara Sirhan, un inmigrante palestino de 24 años, quien disparó contra el senador en la cocina del Hotel Ambassador de Los Ángeles. El jurado declaró al joven culpable de asesinato en primer grado y fue condenado a muerte en 1969, pena que fue conmutada por cadena perpetua en 1972.
Sin embargo, al igual que sucedió con el magnicidio de su hermano, John F. Kennedy tan solo cinco años antes, la muerte del senador ha sido objeto de varios análisis que aportan diversas alternativas para explicar el crimen, donde se sugiere que hubo un segundo pistolero e incluso la participación de la CIA.

Un segundo pistolero

La localización de las heridas de Bobby Kennedy sugieren que el atacante debía estar pegado a sus espaldas. No obstante, varios testigos declaran que Sirhan no estaba lo suficientemente cerca como para colocar el arma contra la espalda del senador y realizar el disparo mortal que menciona el forense en la autopsia.
Paul Schrade, íntimo amigo de Bobby y herido también en el episodio, sostenía que habían actuado varias personas y que ninguna de las balas de Shirhan había alcanzado al senador. Robert Kennedy Jr., hijo de Bobby, suscribía la misma teoría y consideraba que Shirhan, a pesar de haber disparado, no era el autor material del asesinato.
Durante un nuevo examen del caso en 1975, la Corte Suprema ordenó una investigación para verificar la posibilidad del uso de una segunda arma, pero los expertos concluyeron que no había evidencia o ésta era muy pobre para corroborar dicha teoría. Pero las teorías de un segundo pistolero no cesaron y en 2008, tras los análisis de las grabaciones sonoras que consiguió realizar el reportero Stanislaw Pruszynski el día del atentado, se logró identificar el sonido de trece disparos, a pesar de que el arma utilizada por Sirhan solamente contenía ocho municiones. Si bien esta apreciación es un indicativo de la presencia de un segundo pistolero, investigaciones de otros expertos a esta grabación indican la audición de solo ocho disparos.
Foto policial del asesino Sirhan Sirhan, tomada tras su detención

Foto policial del asesino Sirhan Sirhan, tomada tras su detenciónWikimedia Commons

¿Participó la CIA?

En noviembre de 2006, el programa Newsnight de BBC presentó una investigación del cineasta Shane O’Sullivan en la que este denuncia que había oficiales de la CIA presentes en la noche del crimen. Se trataba de David Morales, Gordon Campbell y George Joannides, tres agentes de la división Anti-Castro de la CIA, con sede en Miami, a los que había visto pasearse en la tarde de ese 5 de junio por el lobby del hotel.
En el programa se hizo pública una entrevista con el exabogado de Morales, Robert Walton, que cita las palabras de su representado: «Estuve en Dallas cuando acabamos con el hijo de perra y estuve en Los Ángeles cuando acabamos con el bastardito». En la investigación, el cineasta comenta que la CIA declinó hacer comentarios sobre los oficiales en cuestión. Por otro lado, también se comenta que el enfado notorio de Morales contra los Kennedy por considerar que estos habían incurrido en traición durante los episodios de tensión de la crisis en Bahía de Cochinos.
Tras varias investigaciones más, O’Sullivan produjo el documental RFK debe morir. El cineasta expresó en el 40 aniversario de la muerte de Bobby Kennedy que era «crucial que crezca la conciencia pública y mediática sobre un caso tan inquietante como éste, para el que se llevó a cabo una pésima investigación policial que atentó contra la inteligencia de cualquier persona».

Todos sabían que le iban a matar

«¿Sabes qué pienso que va a pasar con Bobby? Lo mismo que pasó con Jack. Hay mucho odio en este país y mucha gente odia a Bobby como odiaban a Jack». Estas fueron las palabras de Jackie Kennedy, la viuda de John F. Kennedy, a Arthur Schlessinger, exasesor de Kennedy en la Casa Blanca, además de catedrático e historiador, según revela el periodista Evan Thomas en su obra Robert Kennedy: Su vida. Incluso el novelista francés Romain Gary, durante la visita del senador a Los Ángeles, en conversación con él le llegó a decir: «¿Sabes que alguien te va a matar, no? ¿Lo sabes?», mientras Kennedy se limitó a contestar: «Es el riesgo que tengo que tomar».
El mismo día y en el mismo lugar del asesinato de Kennedy conversaron de manera informal los periodistas Jimmy Breslin, del New York Daily News, y John Lindsay, de Newsweek. El primero se preguntó si Bobby tenía el coraje suficiente para llegar hasta el final, a lo que el segundo le contestó: «Por supuesto que tiene el coraje necesario. Pero no va a llegar hasta el final: alguien lo va a matar. Yo lo sé, ustedes lo saben, y es tan cierto como que estamos sentados aquí. Y él está allí afuera, esperando que lo maten».
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