Escena del tapiz de Bayeux que representa al obispo Odo reuniendo al ejército del duque Guillermo durante la batalla de Hastings en 1066
Artistas recrearán la última pieza del tapiz de Bayeux, uno de los tesoros más célebres de la Edad Media
Se trata de una fuente documental de características únicas, y de importancia capital para conocer la Edad Media europea
El tapiz de Bayeux es uno de los documentos históricos más importantes que existe. Se trata de una fuente documental de características únicas, y de importancia capital para conocer la Edad Media europea. Además de la historia que narra, incluyendo detalles que no se encuentran en ninguna fuente escrita, el tapiz, a través de sus 626 personajes, documenta detalles de indumentaria, arquitectura militar y civil, navegación, agricultura y sociedad, fundamentales para conocer la vida cotidiana normanda.
Es, además, uno de los mejores ejemplos del uso de imágenes para la legitimación y la construcción del poder político. Se trata de una herramienta propagandística sin igual, que al mismo tiempo también contiene texto, arte y artesanía.
A lo largo de sus 58 escenas, se relatan los hechos acontecidos entre 1064 y 1066
También conocido como tapiz de la reina Matilde, el tapiz de Bayeux no es, de hecho, un tapiz: se trata de un bordado. Y no uno cualquiera: el gran lienzo de lino, compuesto por 9 piezas unidas por ribeteado, ocupa unos 70 metros de largo y pesa más de 350 kg. Tradicionalmente se asumió que habría sido confeccionado por la reina normanda y sus damas de compañía, aunque en la historiografía actual predomina la hipótesis de que habría sido encargado por Odo, arzobispo de Bayeux y hermano del rey en el trono inglés, para servir de ornamento en la catedral de su sede el día de su consagración episcopal.
A lo largo de sus 58 escenas, se relatan los hechos acontecidos entre 1064 y 1066: los sucesos que rodearon la conquista de Inglaterra por los normandos y el transcurso de la decisiva batalla de Hastings, que cambiaría el curso de la historia de ingleses y franceses.
Eduardo el Confesor envía a Harold a Normandía
El epopéyico relato –subrayemos que se trata de un relato, llevado a cabo por los vencedores– comienza en 1064, cuando un anciano Eduardo el Confesor, rey de Inglaterra, sin heredero directo, envía a su cuñado Harold Godwinson a Francia con el fin de que ofrezca la corona a su primo, Guillermo, duque de Normandía, al que ha designado como sucesor.
A pesar de jurar fidelidad a Guillermo, Harold se hace con la corona a su regreso a Inglaterra, al morir repentinamente Eduardo el 5 de enero de 1066. Guillermo, entonces, prepara durante varios meses una gran armada y desembarca con su ejército en Sussex. Durante la batalla de Hastings, el 14 de octubre de 1066, derrota y da muerte, finalmente, a Harold.
Sin embargo, el tapiz, que acaba abruptamente con este suceso, terminaba originalmente narrando lo que ocurrió a continuación: la rendición de los sajones en Berkhamsted y la coronación de Guillermo el Conquistador en la abadía de Westminster, el 25 de diciembre, día de Navidad.
Con el fin de conmemorar el milenario del nacimiento de Guillermo en 2027, Hervé Morin, presidente de la región de Normandía, y Patrick Gomont, alcalde de Bayeux, han hecho un llamamiento a artistas de todo el mundo para que intenten recrear la escena final que le falta al tapiz. Ese mismo año está previsto, asimismo, que se inaugure un nuevo museo dedicado al tapiz de Bayeux y a la herencia normanda en la región.
La nueva escena, que, por supuesto no se unirá físicamente al tapiz original, será realizada por la fábrica Gobelins en París. Se trata del proveedor de muebles de propiedad estatal de los gobernantes franceses desde la Edad Media. Este proyecto afectará a las visitas del público: tras el verano de 2025, el museo que actualmente alberga el tapiz cerrará sus puertas. El tapiz de Bayeux no podrá verse a partir de entonces y hasta la inauguración del nuevo museo, a lo largo de 2027.
Antes del cierre al público, se planificarán excavaciones arqueológicas en toda la zona afectada por el proyecto. Durante el periodo de obras del museo, el tapiz de Bayeux estará resguardado en un contenedor específicamente diseñado para su perfecta conservación. La extracción de su actual vitrina será un proceso muy delicado, y será un gran reto garantizar la conservación de uno de los objetos patrimoniales más preciados del siglo XI y de toda la historia de Europa.
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