Franco presidiendo el Consejo de Ministros en el Palacio Real de Pedralbes (Barcelona)
Enfermo y desafiante ante la Marcha Verde: así fue el último Consejo de Ministros de Franco
Los médicos, antes de la celebración de la reunión, le comunicaron que el consejo no debía celebrarse, puesto que su vida corría peligro
Palacio de El Pardo, 17 de octubre de 1975. Una vez que ya había comenzado su agonía, y un mes antes de su muerte, Francisco Franco presidía su último Consejo de Ministros. El tema preponderante: la Marcha Verde sobre el Sáhara.
En septiembre de 1975 fueron condenados a muerte once miembros del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista Primero de Octubre) y de ETA (Euskadi Ta Askatasuna), por diversos atentados contra las fuerzas públicas. La sentencia provocó una fuerte condena internacional al régimen. Pablo VI, en el ángelus del 21 de septiembre, denunció públicamente los atentados, al tiempo que pidió clemencia para los sentenciados. Finalmente, a seis de los condenados se les conmutó la pena, mientras que los otros cinco fueron ejecutados en la mañana del 27 de septiembre de 1975. Desde entonces, Franco comenzó a dormir mal. Sería el comienzo de su final.
Franco, días después, realizó las que serían sus últimas apariciones públicas: el 1 de octubre, en que se celebraba su Exaltación a la Jefatura del Estado, y el día 12, con motivo de un acto en el Instituto de Cultura Hispánica para celebrar el Día de la Hispanidad. El acto del día 1, Día del Caudillo, fue su despedida. El Jefe del Estado fue ovacionado por los españoles tras la campaña internacional contra el régimen.
En la madrugada del día 15 de octubre, Franco —como dictaminó el doctor Vital Aza, jefe de Cardiología del Ramón y Cajal— había sufrido un infarto silente. Al enterarse, este y el doctor Isidoro Mínguez se lo comunicaron a Cristóbal Martínez Bordiú, yerno del Jefe del Estado. Entonces, este, acompañado de los otros doctores y de Vicente Pozuelo Escudero, médico de cabecera de Franco, acudió al Palacio de El Pardo para comunicar la noticia. Franco acababa de comer y había tomado un pote gallego.
Los médicos le dijeron que debía descansar y no realizar ninguna actividad, pero él respondió que no, que tenía mucho trabajo. Esto provocó la irritación de Vital Aza, que llegó incluso a increparle.
Ese mismo jueves, el rey de Marruecos, Hassan II, anunció la Marcha Verde sobre el Sáhara. La marcha consistiría en que 350.000 marroquíes civiles entrarían a pie en el territorio español para conquistarlo. Solo podría evitarse si España se retiraba del territorio; de lo contrario, los civiles se adueñarían de él.
Con esta grave crisis se celebró el último Consejo de Ministros de Franco, que tuvo lugar el 17 de octubre de 1975. Los médicos, antes de la celebración de la reunión, le comunicaron que el consejo no debía celebrarse, puesto que su vida corría peligro. Pero él se negó en rotundo. No consintió que no se celebrase. Al verle marchar decidido al salón de Consejos, su asistente Juanito tranquilizó al doctor Pozuelo: «Doctor, ¡no va a pasar nada! ¡Se ha puesto legionario, como en Brunete!»
Entonces, los médicos decidieron colocar al enfermo un monitor para poder controlar el ritmo de su corazón. Ellos se colocarían en una sala contigua y, si fuese preciso, entrarían si sufriese alguna alteración especial. Los doctores comunicaron este hecho al presidente Carlos Arias Navarro y le pidieron que lo hiciese lo más breve posible.
Durante el curso del consejo, el ritmo cardíaco del general se vio notablemente alterado, sobre todo al abordar el asunto del Sáhara. Franco parecía estar absorto, pero nada más lejos de la realidad. El ministro de Asuntos Exteriores, Pedro Cortina Mauri, afirmó que Hassan II, rey de Marruecos, había dicho que Franco le había asegurado que España abandonaría el Sáhara, a lo que este espetó: «No, eso no es cierto. Yo nunca le hablé del Sáhara».
El consejo apenas duró 20 minutos. Los ministros no salieron inmediatamente, sino que, por indicación del presidente, aguardaron un poco para no alarmar a la opinión pública.
Este fue el último de los numerosos Consejos de Ministros que había presidido a lo largo de toda su vida, desde el año 1938.