Cartel en una gasolinera en Londres
Reino Unido
Desabastecimiento en Inglaterra: el ejército, al rescate de las gasolineras
Boris Johnson despliega a militares como conductores de los camiones que abastecen las gasolineras
Finalmente estarán al volante los militares ingleses. A partir del lunes serán finalmente los encargados de repartir la gasolina a los cientos de surtidores vacíos del Reino Unido.
Westminster ha ordenado a 200 soldados, de los cuales 100 se especializan en la conducción, empezar a trabajar a partir de este lunes. Se prevé que podrían acabarse las colas infinitas frente a las gasolineras, pero el precio a pagar por abastecerse de combustibles se encuentra en su punto más alto de los últimos ocho años.
Es importante enfatizar que ya no hay escasez de carburante en el Reino Unido
Según el Ministro de Estado de Negocios, Energía y Crecimiento Limpio, la crisis del carburante se está ya moderando: pasando de tener un 10 % de todas las gasolineras del país en funcionamiento –en el peor momento–, a 37 % estas últimas horas. Es por ello que Boris Johnson se negó a conceder prioridad a los servicios sanitarios esenciales, alegando que la crisis estaba mejorando.
El Gobierno argumenta que la gasolina «se abastece ya más de lo que se vende», y que las cosas se normalizarían antes si la gente comprase al ritmo de siempre y no con urgencia. «Es importante enfatizar en que ya no hay escasez de carburante en el Reino Unido, y que la gente debería seguir comprando gasolina con normalidad», comenta Kwasi Kwarteng.
Medidas drásticas: 10.000 visados de emergencia
Reino Unido expeditará 5.000 visados de emergencia a extranjeros para la conducción de camiones, una enésima fracción de los 100.000 que necesitaría. Ya está confirmado que hasta 300 conductores de carburante extranjeros podrán empezar a trabajar de inmediato y quedarse hasta marzo. La nueva normativa de urgencia busca encontrar manos, sin sacrificar las condiciones para las cuales ha luchado el Brexit, solución que, según la presidenta de la BBC la baronesa Ruby McGregor-Smith, es «un dedal de agua para apagar una hoguera».
La respuesta al consenso europeo de que la crisis se habría evitado en un mundo pre-Brexit, dado a la fundamental ley de libre movimiento. Se conjetura que la crisis de desabastecimiento se debe a una falta de trabajadores de salario mínimo, que hasta ahora siempre habían sido los inmigrantes.
Parece que se avecina un «invierno de descontento». Esta sería la primera de una serie de desabastecimientos causados por falta de personal de transporte. Ya se ha visto afectado el sector alimenticio con la falta de carniceros. A falta de charcuteros, las granjas se vieron en la obligación de deshacerse de hasta 120.000 cerdos. En vista de esta nueva cara de la crisis, Westminster ofrecerá en octubre 5.500 visados a trabajadores de la industria avicultora de cara a la Navidad.
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