Manifestación por la liberación de presos políticos en Miami
Nicaragua
Los insultos de Ortega ponen en peligro las vidas de los presos políticos, denuncian sus familias
Daniel Ortega calificó a los presos políticos como «hijos de perra» lo que ha generado el temor de que se pueda interpretar como una «orden de ejecución»
Tras 'ganar' las elecciones de este 7 de noviembre para su tercera reelección continua, Daniel Ortega no brindó un discursos lleno de alegría o agradecimientos como se pudiera pensar; por el contrario, ha despotricado con insultos contra los presos políticos incluidos los 7 precandidatos presidenciales con los que evitó competir.
El pasado 8 de noviembre, en cadena nacional de radio y televisión Ortega expresó que «esos que están presos son los hijos de perra de los imperialistas yankis, se los deberían llevar para allá, a los Estados Unidos, por que esos no son nicaragüenses, dejaron de ser nicaragüenses hace rato, no tienen patria».
Según un comunicado de los familiares de personas presas políticas, consideran que tale nivel de descalificación «parece tener el objetivo de profundizar en la deshumanización de las personas que se encuentran encarceladas sin respeto a sus derechos» y expresan a la comunidad internacional su «profunda preocupación por las eventuales consecuencias que ese discursos pueda tener sobre la vida e integridad» de sus familiares.
Son mas de 160 personas las que permanecen en prisión de forma arbitraria por el régimen de los Ortega-Murillo, a los que se añaden al menos 20 personas detenidos en la víspera de las elecciones del domingo, de quienes se desconoce todavía su paradero.
«Orden de ejecución»
Según los familiares de presos políticos, las palabras de Ortega «buscan negar la humanidad de sus adversarios políticos y pretenden justificar los abusos cometidos contra ellos». Así mismo, agregaron que les «preocupa que estos nuevos insultos sean interpretados de manera implícita como una 'orden de ejecución'».
Finalmente, hicieron el llamado a la comunidad internacional «a permanecer atenta a las graves consecuencias que pudiesen acarrear las terribles y denigrantes expresiones de Ortega».
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