Ron DeSantis, gobernador de Florida
El gobernador de Florida propone una ley «anti woke» contra la enseñanza del racismo
Ron DeSantis quiere prohibir la asignatura de teoría crítica racial para supuestamente disminuir las diferencias raciales entre los estudiantes
El gobernador de Florida se ha atrevido a agudizar la denominada «guerra cultural» estadounidense al proponer una nueva ley que bautiza como «Stop Woke». De aprobarse, los padres podrán demandar a aquellas escuelas que enseñen teoría racial crítica como para del currículo.
Ron DeSantis, aliado del expresidente Donald Trump, invocó las palabras del activista Martin Luther King en un discurso donde desveló la iniciativa «Detengamos los Males contra Nuestros Niños y Empleados».
«Recordemos por qué luchaba Martin Luther King. Decía que no quería que se juzgase a las personas por el color de su piel, sino por su carácter», proclamó a la multitud reunida en Wildwood, Florida. «Si escuchamos a ciertas personas actualmente, veremos que no piensan igual».
DeSantis se perfila como candidato presidencial en potencia para las elecciones de 2024, o como compañero de Trump en caso de que este quiera volver a la Casa Blanca. Estos últimos meses, DeSantis ha multiplicado sus ataques contra la teoría racial crítica, disciplina que examina la manera en la que la legislación americana y sus sistemas supuestamente perpetúan el racismo.
A pesar de que el concepto tiene varias décadas de antigüedad, llama mucho la atención de los conservadores. Los políticos republicanos alegan que la historia del racismo en América se ha distorsionado en las aulas para presentar a las personas negras como víctimas, enseñando a los estudiantes blancos a odiar a EE.UU. y a sentirse culpables.
Es un mensaje racista bajo un pretexto neutral
DeSantis prohibió la enseñanza de la teoría racial crítica este año a pesar de una falta de pruebas de que se estuviese impartiendo en las escuelas de Florida. La ley «Stop Woke» iría aún más lejos, concediendo a los padres el derecho a demandar al centro si sospechan que a sus hijos se les está dando esa asignatura.
La legislación se modela sobre una ley del aborto aprobada en Texas, que permite a ciudadanos demandar a aquellas mujeres que sospechen hayan tenido un aborto, a los doctores que las hubieran ayudado, o a cualquier que hubiera participado en la intervención.
Florida ofrece pagar los costes legales de los padres que ganen una de esas demandas contra colegios o empresas. El Estado dijo esta semana que la ley sería «la más dura legislación de su naturaleza en todo el país».
La oposición estima que la iniciativa de DeSantis no es más que un intento de hacer bullying a profesores y colegios, con el objetivo de frenar del todo cualquier enseñanza sobre el racismo. Wahajat Ali, columnista la publicación «Daily Beast», tildó el «truco político» de «mensaje racista bajo un pretexto neutral».
«Tenemos la responsabilidad de apoyar la verdad», siguió DeSantis en su discurso, añadiendo que no permitiría que los fondos públicos se usasen para «enseñar a nuestros hijos a odiar el país y al prójimo».
«También tenemos que proteger a nuestra gente y a nuestros niños de las ideologías perniciosas que se les imponen a través de todo el país», terminó.
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