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24 de abril de 2024

Russian President Vladimir Putin (L) meets with Russian Defence minister Sergei Shoigu in Moscow on January 13, 2022, as Russian-led forces launched their withdrawal from Kazakhstan, where they had been dispatched to support the ruling government in the face of unprecedented rioting, the Russian Defence Ministry announced. (Photo by Alexey NIKOLSKY / SPUTNIK / AFP)

)Vladimir Putin y su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú en Moscú. AFP

Reino Unido se adelanta y «explorará» soluciones para Ucrania con el ministro de Defensa ruso

El presidente Boris Johnson puede atravesar horas bajas pero los reflejos en su Gobierno siguen, para sonrojo de la Unión Europea, en permanente estado de alerta. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, recibió y aceptó, una invitación para reunirse con su homólogo británico, Ben Wallace. El motivo de la cita, como es natural, es abordar de forma conjunta la crisis de la frontera entre Rusia y Ucrania, donde Vladimir Putin tiende destacados a más de cien mil soldados.
Fuentes del Foreign Office citadas por AFP confirmaron la convocatoria y anticiparon: «Dado que la última reunión bilateral entre nuestros dos países tuvo lugar en Londres en 2013, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, propuso reunirse en Moscú». El mismo portavoz, añadió que aún «están en comunicación con el gobierno ruso» para afinar los detalles del encuentro. Una vez resueltos, matizó, «el ministro dejó claro que exploraría todas las vías para lograr la estabilidad y la resolución de la crisis ucraniana».
El anuncio de este contacto bilateral se produce después de que el secretario de Estado, Antony Blinken y su homologo ruso, Serguéi Lavroy, no lograsen alcanzar un consenso para poner fin a esta crisis. En rueda de prensa desde Ginebra, ambos ministros se mantuvieron inmovibles en sus posiciones y Lavroy lanzó una indirecta en el corazón de Bruselas al observar, en tono burlón, la ausencia en esta crisis de la Unión Europea. No obstante, aquel encuentro, pese a la falta de acuerdo, se interpretó como un gesto de relativa distensión entre las dos potencias al adevrtirse que, al menos, el diálogo es todavía posible.
El Kremlin niega cualquier intención bélica pero condiciona la desescalada a tratados que garanticen la no expansión de la OTAN, en particular a Ucrania, así como a la retirada de la Alianza Atlántica del este de Europa. Esta exigencia Occidente la considera inaceptable y amenaza a Rusia con duras sanciones en caso de invasión.
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