El presidente de Francia, Emmanuel Macron
La estrategia fallida de Macron para recuperar el protagonismo de Europa en Ucrania
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha emprendido una actividad frenética para tratar que la Unión Europea se haga un hueco en la gestión de la crisis ucraniana
Emmanuel Macron está protagonizando una frenética actividad para que la Unión Europea pueda adquirir cierto protagonismo en la crisis ucraniana y apuntarse algún punto importante durante su presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea.
En su primer mes de presidencia europea, Macron ha tratado de ponerse a la altura de Biden en la negociación directa con Putin y ha mantenido varias conversaciones con el mandatario ruso.
Además, ha intentado revivir el formato del Cuarteto de Normandía, del que forman parte Francia, Alemania, Ucrania y Rusia, como foro en el que solucionar la crisis ucraniana.
Macron también está intentando tomar la iniciativa en la negociación nuclear con Irán, en la búsqueda de una posición común europea en la lucha contra la pandemia de coronavirus, o en la gestión del flujo de migrantes y refugiados.
Sin embargo, los esfuerzos no parecen estar dando resultados. Putin negocia directamente con Biden sobre la seguridad europea y Biden se limita a informar a sus socios europeos sin otorgarles un papel activo.
Por el momento, el papel de los países europeos parece limitado a secundar los planes de sanciones contra Rusia en caso de invasión a Ucrania y a aumentar las capacidades disuasivas de la OTAN con el refuerzo de las capacidades militares en el Este de Europa.
En la negociación con Putin, los esfuerzos de Macron se dirigen a recuperar los compromisos que hicieron posible los Acuerdos de Minsk en 2014 y 2015.
En la conversación telefónica que el presidente francés mantuvo con el ruso el 31 de enero, ambos mandatarios coincidieron en que el respeto a los Acuerdos de Minsk debe ser la condición para iniciar la desescalada.
En una llamada telefónica anterior, el 28 de enero, Vladimir Putin reclamó también el compromiso de que Ucrania nunca entrará a la OTAN y, al mismo, tiempo Emanuel Macron reclamó a Rusia que respete la soberanía ucraniana.
Macron está intentando repetir el éxito de 2015 cuando Rusia y Ucrania, con mediación de Francia y Alemania, alcanzaron un alto el fuego dentro de los Acuerdos de Minsk I (2014) y Minsk II (2015), un alto el fuego que parecía imposible de alcanzar después de la anexión de Crimea por parte de Rusia y el acantonamiento de los independentistas pro rusos en el Donbás.
Aquellos Acuerdos, sin embargo, mostraron sus puntos débiles en su capacidad para mantenerse en el tiempo como marco en el que construir una paz duradera entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, Emmanuel Macron todavía cree en su vigencia y trata de basar el éxito negociador de Francia, y de la Unión Europea, en los viejos Acuerdos de Minsk.
En cualquier caso, no parece que Ucrania esté por la labor de volver a los Acuerdos de Minsk. En unas recientes declaraciones a AP, el secretario de seguridad nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, reclamó un nuevo acuerdo que sustituya a Minsk.
«Aplicar los acuerdos de Minsk implicaría destruir el país», aseguró. «Desde el momento en que esos acuerdos se firmaron con una pistola rusa apuntándonos, y con Alemania y Francia mirando, estaba claro para la gente racional que esos documentos iban a ser imposibles de aplicar», subrayó.
Los críticos de Macron, principalmente la oposición francesa, pero también sus rivales dentro de la Unión Europea, acusan al mandatario francés de tratar de emplear la presidencia europea como trampolín para ganar las elecciones francesas de abril de 2022.
La hiperactividad de Macron sería, entonces, una estrategia electoral destinada a afianzar las opciones de reelección como presidente de la República más que a obtener resultados concretos y tangibles.
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