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26 de abril de 2024

El ajedrecista ruso Garri Kaspárov, en un acto para fomentar el ajedrez en los colegios

El ajedrecista ruso Garri Kaspárov, en un acto para fomentar el ajedrez en los colegiosGTRES

Día 38 de la guerra en Ucrania

Las profecías sobre Putin que el ajedrecista Garri Kaspárov ya avanzó en 2015

La leyenda del tablero escribió en 2015 Winter is coming, un libro en el que ofrece varias claves para frenar el expansionismo del líder ruso

El legendario ajedrecista Garri Kaspárov se ha convertido desde los primeros días de la invasión en una de las voces más escuchadas sobre el desarrollo de los acontecimientos en Ucrania, y no es para menos. Abiertamente crítico con el presidente ruso desde sus primeros años en el poder, el excampeón mundial del tablero publicó en 2015 un libro titulado Winter is coming: Por qué Vladimir Putin y los enemigos del mundo libre deben ser detenidos, que ha captado la atención de propios y ajenos por las claves que ofrecía para frenar a Putin antes de que fuera demasiado tarde.
El libro, que celebra en sus primeras páginas la caída de la URSS, subraya sin embargo que los mecanismos represivos de los que hacía gala el bloque soviético no se diluyeron con el colapso. Todo lo contrario: se reencarnaron en la figura de Vladimir Putin, que como exagente del KGB heredó todo ese aprendizaje para ponerlo al servicio de un entramado mafioso «al estilo Vito Corleone» con el que edificó su propio poder estructural.
Pero es en las páginas que abordan la crisis del Donbás y Crimea en 2014 donde el libro cobra plena actualidad por sus presagios sobre lo que acabaría ocurriendo si Occidente no tomaba las medidas necesarias.
«Una guerra siempre es terrible, pero no se puede ignorar el peligroso giro de Putin hacia el imperialismo de base étnica. Aquellos que dicen que el conflicto de Ucrania está muy lejos y que es poco probable que conduzca a una inestabilidad global se pierden la clara advertencia que nos ha hecho Putin. No hay razón para creer que su visión anunciada de una 'Gran Rusia' terminará en el este de Ucrania y hay muchas razones para creer que no lo hará. Los dictadores solo se detienen cuando son detenidos, y apaciguar a Putin con Ucrania solo avivará su apetito por más conquistas», escribía Kaspárov.
«El mundo debe actuar ahora para que Ucrania en 2015 no desempeñe el papel de Polonia en 1939», añadía, en referencia al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
Para evitarlo, el ajedrecista ofrecía una serie de recetas: abandonar la dependencia energética de Rusia, imponer sanciones económicas tanto al líder ruso como a los oligarcas, desoír las amenazas de Moscú y abandonar todo atisbo de condescendencia occidental con Putin. Una lista que amplió a principios de marzo, tras la invasión, y en la que incluyó también otras como apoyar al Ejército ucraniano, llevar a la quiebra a la «maquinaria bélica» rusa, congelar los activos de Putin y de sus «secuaces» y exponer a los defensores del jefe de Estado ruso.
«Me alegra ver que muchos de estos puntos se están cumpliendo. Putin está siendo aislado de una manera que los rusos de a pie no pueden ignorar, a pesar de la ventisca de propaganda que cada día será más desesperada y evidente», afirmaba unos días después de la invasión.
El ajedrecista, que se trasladó a EE.UU. en 2013 al ver su vida en peligro, ha prometido escribir una secuela de Winter is coming tras su éxito redivivo. Estos días, analiza la evolución de la guerra en Twitter, donde continúa advirtiendo contra el presidente ruso y confía en que, a diferencia de lo que ocurrió en 2015, Occidente le escuche ahora cuando sitúa a Putin como la principal amenaza para la libertad mundial.
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