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20 de abril de 2024

El presidente salvadoreño, Nayib Bukele durante un evento militar (4 de abril)

El presidente salvadoreño, Nayib Bukele durante un acto militarMarvin Recinos / AFP

El Salvador

Bukele coloca los cimientos de la segunda dictadura en Centroamérica

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, buscará la reelección a pesar de que la Constitución del país centroamericano lo prohíbe

Tras la guerra civil que destruyó a El Salvador, todos los presidentes, sin distinción de partidos políticos, respetaron la prohibición de la reelección presidencial continua establecida en la Constitución Política vigente desde 1983. Ahora ese marco constitucional y la tradición democrática de alternancia del poder está amenazada y podría erigir la segunda dictadura de Centroamérica, junto con la de Daniel Ortega en Nicaragua.
La derecha salvadoreña, organizada en la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) gobernó de manera continua el país entre 1989 y 2004, con cuatro presidentes que nunca intentaron la reelección continua.
Incluso, la guerrilla comunista salvadoreña, que evolucionó en partido en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), tomó el poder en 2009 y gobernó con dos presidentes distintos hasta 2019.

El período presidencial será de cinco años sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más
Artículo 154Constitución Política de El Salvador

Tuvo que ser Nayib Bukele, el «presidente millennial», un exalcalde electo por un partido de izquierda y luego electo presidente por otro de derecha, el que anunciara contra prohibición expresa que optará a la reelección presidencial continua en 2024.

La Constitución no permite que la misma persona sea presidente dos veces seguidas para garantizar que no ocupe su poder para quedarse en el poderNayib Bukele2013

Bukele, sin ideología política claramente definida, asumió el poder en 2019 y canalizó magistralmente el descontento y frustración de los salvadoreños ante los altos índices de desempleo y violencia del país centroamericano.
El también mercadólogo, prometió convertir a El Salvador en la meca del bitcoin y tras el fracaso de la idea que «sacaría al país de la pobreza» heredada por el bipartidismo que ha satanizado, inició una guerra frontal contras las pandillas.

El pueblo debe tener el derecho de rechazar o continuar el camino que llevaNayib Bukele15 de septiembre de 2022

Los pasos de Bukele para aferrarse en el poder no son muy innovadores, pues son muy parecidos a los seguidos por Evo Morales o Daniel Ortega, pero sí resultan inéditos en la historia democrática de El Salvador, que no vive un reto a su alternancia política desde la restauración de la paz hace 30 años.

Paso 1: Control del Congreso

Las elecciones legislativas de 2020 le dieron al partido Nuevas Ideas, formado por el movimiento de Bukele y dirigido por uno de sus primos, el control de la Asamblea Legislativa, desterrando a los partidos tradicionales y antagónicos.
Con 56 diputados, de los 84 que forman el Poder Legislativo de El Salvador, Bukele ha podido tomar desde entonces cualquier decisión sin la necesidad de negociar con ningún otro partido y menos de la oposición, que se quedó sin margen de maniobra.
El triunfo en las legislativas significó un giro en la balanza del poder, dado que Bukele venía de gobernar desde junio de 2019 con un legislativo de mayoría opositora.

Paso 2: Destitución de jueces

Con la mayoría lograda democráticamente en el Congreso, Nuevas Ideas o a sus aliados, decidieron como primera medida, destituir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y al fiscal general.
En su lugar y en un proceso acusado de ser irregular, se colocó a otros abogados, entre ellos un exasesor del Ejecutivo de Bukele, un abogado del actual director de la Policía y un excomisionado del Instituto de Acceso a la Información Pública, que fue elegido por el mandatario salvadoreño en un proceso cuestionado.
«Gracias a esa supermayoría (en el Congreso) es que se pudo cambiar al fiscal general anterior y a la Sala de lo Constitucional», dijo Bukele la noche del 15 de septiembre antes de anunciar su intención de seguir en el poder al menos por otro período presidencial hasta 2029.

Paso 3: «Habilitar» la reelección

La Sala de lo Constitucional nombrada en mayo de 2021 emitió un fallo en el que cambiaron el criterio establecido en 2014, que señalaba que la reelección inmediata estaba prohibida por la Constitución.
Los jueces sostuvieron que la interpretación de 2014, que declaró inconstitucional la candidatura del expresidente Elías Antonio Saca, es «errónea» y apuntaron que, a su juicio, la Constitución permite que un ciudadano puede ser presidente por un máximo de 10 años.
«Es el mismo artículo 152 ordinal 1 el que permite como máximo que una persona ejerza la Presidencia por 10 años y, de hecho, el Constituyente de 1983 obliga a que esos 10 años se ejerzan, si el pueblo así lo decide, de forma consecutiva», indica la sentencia.

Paso 4: El tribunal electoral acata

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador se pronunció de oficio el 4 de septiembre de 2021 y emitió un comunicado en respuesta al referido fallo de la Sala de lo Constitucional.
Los magistrados del TSE señalaron que el ente colegiado «dará cumplimiento» al fallo, «en virtud de que las resoluciones y sentencias de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia son inapelables y de obligatorio cumplimiento».

Atenta contra la «forma republicana de gobierno»

Organizaciones de la sociedad civil salvadoreña denunciaron que el intento de reelección de Bukele, es «un atentado contra la forma republicana de gobierno».

21 ex jefes de Estado y de Gobierno de Hispanoamérica instaron a la Secretaría General y el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) a actuar para «promover la normalización de la institucionalidad democrática» en El Salvador.

​Los expresidentes que firmaron la petición, entre los que se encuentran José María Aznar, consideran que «de concretarse la pretensión del actual presidente de El Salvador», se estará en presencia, «como lo indica expresamente en su artículo 20, la Carta Democrática Interamericana, de una alteración del orden constitucional que afecta gravemente su orden democrático».

​«Estados Unidos tiene un interés profundo y está comprometido en el éxito de El Salvador, que se puede garantizar mediante un cumplimiento firme del Estado de derecho, incluida la Constitución» señaló un portavoz del Departamento de Estado tras conocer la intención de Bukele de optar a la reelección.
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