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26 de abril de 2024

Detención de Matteo Messia

Momento de la detención de Matteo Messina en PalermoAFP

Golpe a la mafia

Matteo Messina, el último padrino de la Cosa Nostra siciliana

La detención de Messina deja descabezada la Cosa Nostra, que podría afrontar el principio de su fin como organización criminal

La prensa italiana lo ha bautizado con el nombre de «el padrino de Castelvetrano», pero a él le gustaba que lo conocieran con el más terrorífico nombre de Diabolik.
Matteo Messina Denaro, de 60 años, el último gran líder de la Cosa Nostra, el Capo di tutti i capi de Sicilia, cayó el lunes al ser detenido por los Carabinieri en una clínica de Palermo donde recibía tratamiento oncológico.
Su «huida» duró 30 años, y las comillas en «huida» están bien puestas porque, aunque las autoridades judiciales italianas lo buscaron por todo el mundo, nunca abandonó su Sicilia natal, más allá de viajes esporádicos.
La ley de la omertà y la red de intereses tejida durante décadas por los clanes de la Cosa Nostra permitió a Messina vivir en una relativa «clandestinidad» sin que las autoridades judiciales le echaran el guante.

Escucharás hablar de mí, me describirán como a un diabloMatteo Messina DenaroCapo de la Cosa Nostra

Su imperio se construyó sobre un mar de sangre y una montaña de cadáveres. Fue uno de los cerebros de la campaña de terror que asoló Italia en los años 90 del siglo XX y que le costó la vida a los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992 y que regó de cadáveres Roma, Florencia y Milán en 1993.
Matteo Messina ficha policial

Fotografía de la ficha policial de Matteo Messina tras su detenciónAFP

Messina Denaro era el último de los tres grandes capos responsables de aquella oleada terrorista de la Cosa Nostra.
Los otros dos, los jefes del clan de Corleone, los «Corleonesi», Totò Riina, y su sucesor Bernardo Provenzano, fueron detenidos en 1993 y 2006 también tras largas décadas esquivando a la justicia.

El último de los grandes

Messina era el último. Pero vivir en la clandestinidad no le impidió seguir construyendo su imperio delictivo con impunidad y amasar una fortuna de 4.000 millones de euros gracias al tráfico de drogas, la extorsión y el blanqueo de dinero.
Nació el 26 de abril de 1962 en Castelvetrano. Hijo del histórico capo de Castelvetrano, Francesco Messina Denaro, «Don Ciccio», Matteo Messina fue aliado Totò Riina, y Bernardo Provenzano.
Cuando su padre murió en la clandestinidad, consciente de que era el único modo de que tuviera el funeral que se merecía, dejó el cadáver en una carretera impolutamente vestido de blanco, listo para el entierro.
Desde entonces, todos los años aparece en Il Giornale di Siclilia una esquela firmada por «i tuoi cari». El responsable todos sabían quién era: su hijo Matteo.
El último capo de la Cosa Nostra logró hacer pasar desapercibida su fortuna mediante empresas pantalla dedicadas al sector de las energías renovables y el turismo, sectores por medio de los cuales logró evadir millones.
En 2019, la justicia de la región siciliana de Trapani embargó propiedades de Matteo Messina por valor de 1.500 millones de euros: hoteles, un yate de 21 metros de eslora, un campo de golf, terrenos, más de 200 propiedades inmobiliarias y 25 sociedades. Solo la punta del iceberg.
Viéndolo con su aspecto frágil, envejecido, bajo un gorro blanco de lana, una cazadora marrón y unas gafas de sol, pocos dirían que ese hombre que los Carabinieri sacaron esposado de la clínica La Maddalena de Palermo e introdujeron en un vehículo policial, era uno de los más sádicos mafiosos de la Cosa Nostra.

Los ciudadanos anónimos estallaron en aplausos espontáneos y abrazos a los Carabinieri

En el momento de su detención, al requerimiento de que se identificara por parte de los policías, contestó con un escueto «Soy Matteo Messina Denaro».
Pronto, curiosos y viandantes se congregaron en torno a la puerta de la clínica. Las noticias en Palermo vuelan, lo que hace más meritorio el hecho de que la operación se mantuviera en un estricto secreto.
Matteo Messina joven

Imagen de juventud de Matteo MessinaAFP

La sorpresa fue máxima al ver salir de la clínica custodiado por los Carabinieri al gran capo, con la cabeza baja y dócil.
Los ciudadanos anónimos estallaron en aplausos espontáneos a los Carabinieri, algunos se abrazaron a ellos y los aclamaban al grito de «bravi, bravi».
El alcalde de Castelvetrano, Enzo Alfano, expresó a la perfección el sentir de una sociedad demasiado tiempo castigada por la violencia y la omertà: «Se ha terminado una pesadilla».

Con la gente que he matado podría hacer un cementerioMatteo Messina DenaroCapo de la Cosa Nostra

Porque con la detención de Matteo Messina Denaro, la isla del sur de Italia tiene la sensación de vivir un fin de época, el fin de la extorsión de la Cosa Nostra.
No es así, obviamente. «La lucha contra la mafia continúa sin tregua», aseguró la presidente del consejo de ministros italiano, Giorgia Meloni. Sin embargo, tras 30 décadas como criminal más buscado en Italia, el alivio es máximo por su detención.
Su sucesor natural, en opinión del mafioso arrepentido Gaspare Mutolo en declaraciones a Oggi, es Settimo Mineo, de 84 años y encarcelado desde 2018. La Cosa Nostra ha quedado descabezada.
La habilidad delictiva de Matteo Messina, un personaje que parece salido de una película de Martin Scorsese, le llevó a establecer provechosos contactos con las redes del narcotráfico de la ‘Ndrangheta –los clanes mafiosos de Calabria– y de Venezuela.
La imagen que dejó hoy es la primera que trasciende del capo desde que «desapareció» en 1993. «Escucharás hablar de mí, me describirán como a un diablo», le dejó escrito a su novia.

Secuestró, torturó, asesinó y diluyó en ácido a un niño de 13 años

Su aspecto está muy alejado de aquella que tenía antes de pasar a la clandestinidad. Entonces se presentaba como un playboy oculto tras unas gafas de sol y vestido con traje impoluto.
Fue condenado en rebeldía tanto por ese asesinato como por el de los jueces Falcone y Borsellino. Aunque su historial criminal es más amplio y, desde su primer asesinato con 18 años, habría matado al menos a 50 personas.
«Con la gente que he matado podría hacer un cementerio», llegó a presumir.
¿Desaparece la Cosa Nostra con la caída de Messina? Ni mucho menos, pero queda gravemente herida. Gaspare Mutolo apunta en Oggi a que esta detención es el principio del fin. Pero aún habrá un sucesor de Messina que trate de levantar el imperio.
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