El informe redactado por la oficina de derechos humanos de la ONU revela la muerte de 7.061 civiles en Ucrania desde la invasión Rusa, el 24 de febrero del año pasado.
El documento confirma que «las cifras reales son más elevadas», ya que los funcionarios de la misión de observación de la ONU afirmaron haber recibido también datos de homicidios ilegítimos y otros abusos.
Este informe admite que «la mayoría de las bajas civiles registradas han sido causadas por el uso de armas explosivas con una amplia zona de impacto, incluidos bombardeos de artillería pesada y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, además de ataques aéreos y con misiles».
Matilda Bogner, jefa de la misión de la ONU, visitó 14 ciudades de las regiones de Kiev y Chernígov el pasado mayo junto al resto de funcionarios para recoger los testimonios de familiares y amigos de las personas que habían sido detenidas o asesinadas.
«Tenemos testimonios del homicidio ilegítimo de más de 300 hombres, mujeres y niños cometidos en asentamientos de las fuerzas armadas rusas al norte de Kiev», declaró Bogner.
La ONU también ha registrado cientos de instalaciones educativas, médicas y edificios residenciales con grandes daños causados por las hostilidades, al igual que lugares de culto cristianos, musulmanes y judíos.
Bogner afirmó que Naciones Unidas continúa recibiendo denuncias de tortura y detención en régimen de incomunicación por parte de ambos bandos.
Casi un año después de la invasión, el Ministerio de Defensa de Ucrania calcula que un total de 116.950 soldados rusos han muerto durante el conflicto, mientras que la BBC declaró el pasado mes de noviembre que en el bando ucraniano son 100.00 las bajas.