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26 de abril de 2024

EDIFICIO DEL SERVICIO SECRETO CUBANO CON UN GRAN MURAL DE ERNESTO CHE GUEVARA Y UNA BANDERA DE CUBA EN LA HABANA
CHRISTIAN LANGBEHN / Action Press 82930064 / © KORPA
01/03/2006
LA HABANA *** Local Caption *** 82930064

HE BUILDING OF THE SECRET SERVICE WITH A CHE GUEVARA ON THE WALL

ACTION PRESS/CHRISTIAN LANGBEHN # 82930064 #

Sede del servicio secreto cubano en La HabanaFOTO LANGBEHN

Estados Unidos

Cinco agencias de inteligencia de EE.UU. descartan la intervención extranjera en el síndrome de La Habana

Ni enemigos, ni adversarios, ni ondas radiactivas o fórmulas secretas. El informe no aclara las causas de los trastornos de centenares de diplomáticos, pero exime a Rusia y otros sospechosos de responsabilidad

El síndrome de La Habana, como se bautizó a los trastornos sufridos por personal de la embajada de Estados Unidos en diferentes legaciones diplomáticas, sigue siendo un enigma. Los científicos lo atribuyen a la intervención de alguna potencia extranjera mientras un informe de cinco agencias de inteligencia de Estados Unidos, descartó esa posibilidad.
No hay unidad de criterios. El diario The Washington Post se hizo eco de un informe donde, según las conclusiones del mismo y diferentes testimonios de fuentes que mantienen su identidad en el anonimato, ni Rusia, ni China, ni Irán, ni ningún país sobre los que podrían recaer sospechas, tienen nada que ver con los sucesos que afectaron a centenares de personas.
Pero hay más, el equipo de científicos que elaboró el primer estudio también rechaza el informe, Las críticas se dirigen de manera recíproca entre los agentes de inteligencia y los científicos que apuntan a que la CIA y el resto de las agencias no realizaron una investigación a fondo para poder descartar, con argumentos sólidos, sus conclusiones. Sin embargo William J. Burns insiste en defender las conclusiones de su departamento.

Mi equipo de liderazgo y yo respaldamos firmemente el trabajo realizado y los hallazgosWilliam J. Burns, director de la CIA

En un comunicado, el director de la CIA, aseguró, según recoge The Washington Post, que los analistas habían llevado a cabo «una de las investigaciones más grandes e intensas en la historia de la Agencia. Mi equipo de liderazgo y yo respaldamos firmemente el trabajo realizado y los hallazgos».
Dicho esto, el cabeza del servicio de Inteligencia de Estados Unidos matizó: «Quiero ser absolutamente claro: estos hallazgos no cuestionan las experiencias y los problemas de salud reales que el personal del gobierno de EE. UU. y sus familiares, incluidos los propios oficiales de la CIA, han informado mientras prestaban servicios a nuestro país», matizó.
Acto seguido, añadió: «Seguiremos estando alerta ante cualquier riesgo para la salud y el bienestar de los oficiales de la Agencia, para garantizar el acceso a la atención y brindarles a los oficiales la compasión y el respeto que merecen».

Estos hallazgos no cuestionan las experiencias y los síntomas muy reales que informaron nuestros colegas y sus familiaresAvril Haines, directora de Inteligencia Nacional

Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional, también suscribió un comunicado donde destaca: «No hace falta decir que estos hallazgos no cuestionan las experiencias y los síntomas muy reales que informaron nuestros colegas y sus familiares.»

«Muy poco probable» y «Poco probable»

De las siete agencias, -publica el diario estadounidense, cinco determinaron que era «muy poco probable», mientras que las otras dos dijeron que era «poco probable».

Las supuestas conclusiones carecen sustancialmente de valorMark S. Zaid, abogado de un colectivo de afectados

Demasiado escaso el margen de diferencia buena parte de los afectados no comparte el informe, todavía sin publicar íntegramente, de las agencias de inteligencia. «Hasta que se levanten los vetos de secreto y el análisis que condujo a las afirmaciones de hoy esté disponible y sujeto a un examen adecuado, las supuestas conclusiones carecen sustancialmente de valor», dijo Mark S. Zaid, un abogado que representa a más de dos docenas de personas que experimentan síntomas.
Un grupo de defensa compuesto por funcionarios actuales y anteriores también apuntó a los hallazgos del informe de inteligencia en The Washington Post. «El informe no se relaciona con nuestras experiencias vividas, ni explica lo que muchos profesionales médicos en múltiples instituciones han encontrado al trabajar con nosotros. Nuestros médicos han determinado que los problemas médicos ambientales o preexistentes no causaron los síntomas y las lesiones traumáticas en nuestros sistemas neurológicos que a muchos de nosotros nos han diagnosticado», dijo el grupo Advocacy for Victims of Havana Syndrome en un comunicado.
Michael R. Turner y Jim Himes, líderes del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, no respaldan el informe, pero no cuestionan sus conclusiones. En otro comunicado, dijeron que «buscarían garantizar que la revisión se realizara con el mayor grado de rigor analítico y que considerara toda la inteligencia y las perspectivas disponibles, documentando todas las diferencias sustanciales en el análisis».
Los síntomas más frecuentes que manifestaban los afectados eran sensaciones acústicas extrañas, un zumbido persistente y doloroso además de las jaquecas. El dolor manifestado era físico y emocional dado el trastorno en la vida cotidiana que les producía. Se registraron mil casos con estas experiencias. El primer caso se detectó en La Habana, de ahí el nombre del síndrome, en el año 2016.
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