Amberes, capital de los Países Bajos
Bélgica ya comparte con Países Bajos el liderazgo europeo de narcotráfico
Bélgica incautó, en 2022, 110 toneladas droga que sus traficantes intentaron introducir a través del puerto de Amberes, según afirmó a principios de enero el viceprimer ministro Vincent Van Peteghem.
Las cifras que ofrece en su último informe –publicado el 21 de febrero– The Institute for Security Studies (Iss) son ligeramente superiores: 130 toneladas. El think tank se basa en el doblamiento desde 2020 de las incautaciones en el mismo puerto.
En todo caso, ambas estadísticas hacen de Amberes, segundo puerto de Europa, el nuevo lugar de predilección de los narcotraficantes, principalmente de la Mocro Mafia, que opera a través de un triángulo planetario conformado por Marruecos, Europa y Latinoamérica que antes tenía a España como puerta de entrada al Viejo Continente. Un «cartel» que controla un tercio del mercado europeo de cocaína.
Aunque Bélgica y Países Bajos ya eran lugares de referencia. El Iss explica que «cuando los Países Bajos abrieron su mercado de cannabis en la década de 1970, ciudadanos holandeses y belgas de ascendencia marroquí recurrieron a sus lazos familiares con cultivadores de cannabis en las montañas del norte de la región marroquí del Rif. Lo que empezó como tráfico de hachís se extendió poco a poco a la cocaína, una droga más lucrativa».
La sórdida alianza entre Bélgica y Países Bajos, entre Amberes y Rotterdam –primer puerto de Europa–, se ha consolidado paulatinamente desde entonces, hasta compartir a día de hoy un liderazgo nada honroso.
El país de las tulipas sigue encabezando el ránking singularizado de narcotráfico, con un volumen de negocio (delictivo) estimado en 16.000 millones de euros anuales.
Una actividad facilitada, en parte, por la mentalidad liberal de Países Bajos en la materia. Pero también por las facilidades financieras y fiscales que brinda. «La creación de empresas ficticias es un conducto fundamental para el blanqueo de capitales en los Países Bajos», señala el ISS.
Bélgica, por su parte, ha ganado enteros en esta trágica competición gracias, también, a la posición de Amberes como capital mundial del comercio de diamantes
Bélgica, por su parte, ha ganado enteros en esta trágica competición gracias, también, a la posición de Amberes como capital mundial del comercio de diamantes, materia que el ISS destaca como medio de pago a los grupos de narcotraficante. Al igual que Países Bajos, Bélgica dispone igualmente de un sistema fiscal bastante ventajoso.
Además, ha heredado de la vertiente violenta del caso: su territorio ha sido, en los últimos años, el escenario de referencia de los homicidios cometidos a modo de ajuste de cuentas entre bandas narcotraficantes rivales.
Del informe del ISS se deduce, por último, que la corrupción es otro factor clave del tráfico de cocaína desde Latinoamérica a Rotterdam y Amberes a través de África. «Para los cárteles de la droga latinoamericanos, la capacidad del Mocro Maffia para corromper a funcionarios públicos lo convierte en un aliado estratégico».
Los estibadores de Amberes y Rotterdam cobran hasta 100.000 euros por reubicar los contenedores para evitar los controles policiales y aduaneros
Los métodos utilizados son clásicos, pero con la ayuda de las nuevas tecnologías: «intercambios de audio interceptados a través de la aplicación Sky ECC revelan cómo miembros de la Mocro Maffia se jactaban de sobornar a funcionarios de aduanas en el puerto de Dakar, utilizado como punto de tránsito. Asimismo, los estibadores de Amberes y Rotterdam cobran hasta 100.000 euros por reubicar los contenedores para evitar los controles policiales y aduaneros».
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