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19 de abril de 2024

Carros de combate francés AMX-10-RC

Carros de combate francés AMX-10-RCWikipedia Commons

381 días de guerra en Ucrania

¿En qué medida depende Europa de EE. UU. para su seguridad?

Muchos países europeos son reticentes a la hora de dotar a Ucrania de carros de combate y munición porque estas entregas suponen una merma sustancial en su propia defensa

La opinión pública europea y sus dirigentes se han movilizado en apoyo de Ucrania y han mantenido su ayuda a pesar de la subida vertiginosa de los precios de la energía y la elevada inflación.
Los países europeos han proporcionado grandes cantidades de armas a Ucrania. Finlandia y Suecia han solicitado su ingreso en la OTAN. La UE ha proporcionado miles de millones de equipamiento militar a Ucrania y está entrenando a las fuerzas ucranianas. Y la sensación de conmoción y urgencia que han sentido los líderes europeos en respuesta a la invasión rusa de Ucrania se refleja claramente en el aumento del gasto en defensa.
Recordemos, simplemente, que, a mediados de enero, la ministra de defensa de Alemania, Christine Lambrecht, dimitió manifestando su incapacidad para gestionar el rearme del ejército de la República Federal Alemana.
Su sucesor en la cartera de defensa, Boris Pistorius, debe acometer este importante giro, porque se trata del mayor cambio de militarización desde la Segunda Guerra Mundial, en Alemania. Cuenta, para empezar con 100 mil millones de euros en fondos especiales para modernizar las fuerzas armadas.
Pero estamos hablando de hace menos de dos meses, acerca de una mejora que puede llevar bastante tiempo y dificultad. Estamos hablando, además, de una nación decisiva ante una expansión del conflicto de Ucrania por su enclave y su responsabilidad dentro de la OTAN para defender los países bálticos.

Una deficiente industria de defensa

A medida que Europa intenta rearmarse, descubre que sus industrias de defensa no están preparadas para ello. Los esfuerzos por coordinar las adquisiciones europeas no están funcionando, y cada país va por su lado, lo que agrava una importante disfunción general.
Lo hemos comprobado también, recientemente, a la hora de dotar a las fuerzas ucranianas de carros de combate y munición. Muchos países son reticentes porque estas entregas suponen una merma sustancial en su propia defensa. Las fuerzas europeas están en peor forma de lo que se pensaba, y los arsenales de armas se han agotado necesariamente para apoyar a Ucrania.
Estados Unidos es hoy indispensable para la seguridad de toda Europa y es evidente la enorme dependencia europea de Washington. Los líderes europeos parecen haber aceptado esta situación como algo natural, y muchos de ellos han dado por muerta la «autonomía estratégica» europea.
La guerra ha puesto de manifiesto el lamentable estado de la defensa europea. Europa ha invertido poco en sus fuerzas armadas durante los últimos 20 años, y la poca financiación que destinó se centró en crear fuerzas para misiones humanitarias, de contrainsurgencia y antiterroristas lejos del continente. Los ejércitos europeos carecen de los elementos básicos necesarios para la guerra convencional en sus propios entornos.

Reservas de munición insuficientes

La mayoría de los países carecen de reservas básicas de munición. Así, las fuerzas armadas alemanas, por ejemplo, sólo tienen reservas de munición para unas pocas horas o días de combate. Las flotas de tanques de toda Europa se han atrofiado tanto en número como en preparación.
Francia, por ejemplo, ha enviado más de un tercio de sus obuses a Ucrania, mientras que Dinamarca ha enviado prácticamente toda su artillería. Aunque los gobiernos europeos se comprometieron a principios de año, con gran éxito, a enviar tanques Leopard no está claro cuántos pueden estar listos para el combate.
La OTAN, en su última cumbre, acordó el objetivo de crear una fuerza preparada de 300.000 efectivos, frente a los 40.000 actuales. Pero como organización multilateral, espera que sus Estados Miembros cumplan por sí solos. El caso es que nadie ha explicado cómo la organización alcanzaría un objetivo tan ambicioso.
Es curioso que los líderes europeos que están decididos a apoyar a Ucrania y aumentar sus capacidades para disuadir a Rusia no tienen el tipo de arsenales, cadenas de suministro, capacidades de producción y procedimientos de adquisición que requiere esta tarea y, algo peor, la base industrial de defensa europea se ha vaciado.

Programa de inversión en defensa

La Comisión Europea cuenta con un fondo de adquisición como un programa piloto para sentar las bases de un Programa Europeo de Inversión en Defensa más amplio y ambicioso, que probablemente incluirá un presupuesto mayor y medidas adicionales como exenciones fiscales para programas de adquisición conjunta.
El problema es que el actual presupuesto de siete años de la UE se determinó mucho antes de la guerra de Ucrania, lo que deja a la Comisión con pocos fondos de los que echar mano. Estados Unidos ha estado presionando entre bastidores para garantizar que las empresas estadounidenses puedan acceder a la financiación.
La UE pidió prestados 800.000 millones de dólares en respuesta a la pandemia de COVID-19, pero no ha hecho lo mismo en respuesta a la guerra. Europa necesita un plan para aumentar la integración de la defensa y poner en marcha su propia base industrial para ello, pero esto requiere un tiempo y un dinero que no sé si tenemos.
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