Ejercicios militares de las fuerzas armadas taiwanesas
Asia
Taiwán prepara un plan de contingencia militar por la ausencia de su presidenta y las amenazas de China
Tsai Ing-wen tiene previsto viajar a Guatemala y Belice, pero antes hará una parada también en Nueva York y Los Ángeles
Taiwán vive dentro de una tensa calma, pendiente de los movimientos de China. En este sentido, Taipéi ha anunciado que su Ministerio de Defensa tiene planes de contingencia para cualquier movimiento de China durante la visita al extranjero de la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen.
China, que reclama Taiwán, gobernado democráticamente, como territorio propio, llevó a cabo maniobras militares a gran escala alrededor de la isla el pasado agosto, tras una visita a Taipéi de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Por su parte, Tsai visitará a sus aliados diplomáticos Guatemala y Belice en un viaje que comienza la semana próxima, y en el que tiene programado hacer escala en Nueva York y Los Ángeles, según ha publicado Reuters.
A la pregunta de los periodistas, al margen de una sesión parlamentaria, de si era probable que China organizara más simulacros cuando Tsai estuviera en el extranjero, el viceministro de Defensa de Taiwán, Po Horng-huei, afirmó que las fuerzas armadas estaban preparadas.
«Cuando se trata de lo que los comunistas chinos han hecho en el pasado, el Ministerio de Defensa puede tener una idea de ello, y considerará el peor escenario», subrayó.
«Durante la visita del presidente al extranjero, el Ministerio tiene planes de contingencia para todos los movimientos» de China, añadió Po, declinando dar detalles.
Estados Unidos ha defendido que no hay razón para que China reaccione al viaje de Tsai, alegando que este tipo de tránsitos son rutinarios y han ocurrido muchas veces antes.
China, que ha condenado la escala estadounidense prevista por Tsai, ha continuado sus actividades militares en torno a Taiwán desde agosto, aunque a una escala mucho menor. Por su parte, Taipéi rechaza las reclamaciones de soberanía de Pekín, afirmando que el pueblo puede decidir su futuro.
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