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01 de mayo de 2024

Vladimir Putin en un hipotético escenario de Guerra Mundial, imagen publicada en Le Grand Continent

Vladimir Putin en un hipotético escenario de Guerra Mundial, Imagen publicada en Le Grand ContinentLe Grand Continent

500 días de guerra en Ucrania

Rusia avisa que la entrega de bombas de racimo a Ucrania es otro paso a la tercera Guerra Mundial

Malestar en el Kremlin que no reconoce que usa sistemáticamente esta munición prohibida y reprocha a EE.UU. su doble vara de medir al facilitarla pese a calificar su uso de «crimen de guerra»

El Kremlin está furioso. No entiende la avalancha de críticas y denuncias en la Corte Penal Internacional por los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos y que, al mismo tiempo, Estados Unidos se vanaglorie de entregar bombas de racimo a Ucrania.
Esas mismas bombas, en rigor un deposito de decenas y decenas de otras bombas menores, son las que el ejército de Putin empezó a lanzar de forma indiscriminada en la primera semana de invasión a Ucrania. Esto es, desde el 24 de febrero de 2022 comenzó a regar tanto núcleos urbanos como objetivos militares con esta munición prohibida por más de un centenar de países.

Nunca contra civiles

Zelenski se ha apresurado a declarar que su país jamás usará esas bombas -que también ha usado, según ONU y HRW- contra la población civil. Dicho de otro modo, el presidente de Ucrania lo que ha dicho es que recurrirá a esta arma mortífera para defenderse de los ataques militares del invasor y siempre contra estos.
En cualquier caso, la concesión de un arsenal de bombas de racimo ha sacudido los cimientos del gobierno de Putin que de por sí, ya se tambalea con sacudidas propias de un seísmo. De entrada se ha escandalizado de su uso y con un cinismo formidable recuerda que están «prohibidas», pero con buena memoria observa que Washington llegó a calificar estos artefactos explosivos de «crimen de guerra».
«Washington continúa aumentando las apuestas en el conflicto (...). La profunda participación de Estados Unidos en el conflicto de Ucrania, incluso sin municiones de racimo, nunca ha estado en duda», escribió molesto el embajador ruso en Washington, Anatoli Antónov, en la cuenta de Telegram de la embajada de Rusia en EEUU, como recoge la agencia Efe.

Sólo provocan más bajas y prolongan la agonía del régimen de KievAnatoli Antónov, embajador ruso en Washington

«El nivel actual de provocaciones estadounidenses está realmente fuera de escala y acerca a la humanidad a una nueva guerra mundial», afirmó el embajador.
Asimismo, se despachó: «Está tan obsesionado con la idea de derrotar a Rusia que no se da cuenta de la gravedad de sus acciones».
A su juicio, con la ayuda militar que presta la Casa Blanca a Ucrania «solo provocan más bajas y prolongan la agonía del régimen de Kiev».
«Creemos firmemente que las armas occidentales de ninguna manera obstaculizarán el camino hacia los objetivos de la Operación Militar Especial destinada a erradicar las amenazas a la seguridad de la Federación Rusa, incluido el nazismo alimentado en Ucrania», añadió el embajador.

Impotencia

En su opinión, las bombas de racimo «son un gesto de desesperación» y el suministro de EEUU de las mismas a Ucrania «hablan de la impotencia» de los socios occidentales de Kiev sobre la marcha de la guerra, que hoy cumple 500 días.
«Sin embargo, se niegan a admitir sus propios fracasos y el colapso de los intentos de las Fuerzas Armadas de Ucrania de lanzar una ofensiva contra las regiones rusas. Por eso cometen nuevas locuras», enfatizó.
A su vez, la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, recordó en su propio canal de Telegram las palabras de la ex secretaria de Prensa de la Casa Blanca Jen Psaki, quien habría dicho el 28 de febrero de 2022 que el uso de bombas de racimo «es un crimen de guerra».
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