La eurodiputada socialista Maria Arena, en la sede del Parlamento Europeo
Quién es Maria Arena, la nueva eurodiputada socialista implicada en el Qatargate
La Policía registró esta semana el domicilio de la política belga, que ya fue vinculada con la trama el pasado mes de diciembre
El caso del Qatargate sigue salpicando al Parlamento Europeo. En fase de investigación, los eurodiputados implicados se mueven a sus anchas por las instituciones europeas y algunos, como Eva Kaili, hasta viajan a Estrasburgo para seguir el pleno y ejercer su derecho a votar.
Esta semana, Bruselas se volvía a centrar en la trama de corrupción que envuelve a Qatar, Marruecos y el Parlamento. Las autoridades belgas registraron el miércoles la vivienda de la eurodiputada socialista Maria Arena. Se realizaron seis registros en su domicilio y en varios lugares «relacionados directa o indirectamente con su familia», según informó la Fiscalía belga en un comunicado.
Se incautaron documentos y material tecnológico de la diputada belga, que ya fue relacionada con la trama en el pasado mes de diciembre aunque no acabara pasando a mayores. Con la investigación más avanzada, la Fiscalía ha decidido actuar.
Los materiales ahora serán analizados y se pondrán a disposición judicial, aunque los registros no han conllevado la detención de la eurodiputada hasta que haya más pruebas. Este paso en la investigación se ha dado un mes después de que el juez que instruía el caso decidiese renunciar al salir salido a la luz «elementos que podrían suscitar dudas sobre el funcionamiento objetivo de la investigación».
Cuarto caso
Maria Arena es la cuarta eurodiputada salpicada por el Qatargate, después de Eva Kaili, Marc Tarabella y Andrea Cozzolino, además del exeurodiputado Pier Antonio Panzeri, que no está presente en la Eurocámara. Nacida en Mons en 1960, es miembro del Parlamento Europeo desde que logró el escaño en 2014 representando a los socialistas belgas.
El nombre de Arena se vinculó con la trama cuando se publicó que no había declarado un viaje que realizó a Qatar en mayo de 2022, lo que le obligó a dimitir como presidenta del subcomité de derechos humanos del Parlamento Europeo. Sin embargo, mantuvo su acta de diputada hasta el día de hoy y no se la volvió a relacionar con la investigación hasta esta semana, cuando la Policía registró su domicilio en presencia de la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, como marca la legislación belga.
Maria Arena tiene relación con casi todos los involucrados en la trama y en especial con la pieza principal, el socialista Pier Antonio Panzeri. Trabajó con él en su primera legislatura como eurodiputada, cuando se ganó una buena reputación con su lucha en favor de los Derechos Humanos.
Ella siempre describió la relación entre ellos como puramente profesional, aunque el abogado de Panzeri hablaba de una relación «muy cercana». Según la prensa local, ambos intercambiaron 389 llamadas telefónicas en un espacio de nueve meses entre diciembre de 2021 y de 2022, después de que Panzeri abandonara el Parlamento Europeo.
Los lazos entre ambos no son pocos y ahora será la investigación judicial la que deba continuar su trabajo. Solo el juez podrá determinar si Maria Arena acaba en prisión como ya ocurrió con algunos eurodiputados implicados.
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