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18 de mayo de 2024

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni

La primera ministra italiana, Giorgia MeloniEFE

Meloni quiere aclarar si un misil francés derribó un avión italiano en 1980 con 81 personas abordo

El caso se ha reabierto en la opinión pública tras unas declaraciones del exprimer ministro Amato que apuntan a la responsabilidad francesa

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quiere reabrir uno de los episodios que han causado una mayor herida en la sociedad italiana: la del accidente del vuelo 870 de la compañía Itavia en el mar Mediterráneo, junto a la isla de Ustica, en 1980.
En el accidente fallecieron las 81 personas que viajaban en el avión, un DC9, y nunca han quedado claras las circunstancias del siniestro.
Meloni reclamó al entonces primer ministro italiano, Giuliano Amato, que proporcione toda la documentación que pueda obrar en su poder para aclarar si el avión fue derribado o no por un misil francés, después de unas declaraciones de Amato donde confirma la tesis.
Esa teoría se ha manejado desde el inicio como una posibilidad que explicaría el siniestro. Según sus defensores, existen suficientes indicios de que Francia quería matar al dictador libio Muamar al Gadafi, que supuestamente viajaba en un MIG de la fuerza aérea libia en una ruta similar a la del DC9.
«Las de Amato son palabras importantes que merecen atención», aunque responden a «deducciones personales», escribió Meloni en sus redes sociales, en las que recuerda que «ningún acta relativa a la tragedia del DC9 está amparada por el secreto de Estado y que las autoridades judiciales y las comisiones parlamentarias de investigación han llevado a cabo un gran trabajo a lo largo de décadas».
Por eso, «pido al presidente Amato saber si, además de las deducciones, está en posesión de elementos que permitan volver a las conclusiones del poder judicial y del Parlamento y ponerlos a disposición del Gobierno para que pueda dar todos los pasos consiguientes», añadió Meloni.
La tragedia de Ustica, uno de los mayores enigmas de la aviación italiana, sigue envuelta en el misterio más de cuatro décadas después, pues las investigaciones posteriores apuntaron a que fue abatido, pero nunca se conocieron las causas ni los autores.
«La versión más creíble es la de la responsabilidad de la Fuerza Aérea francesa, con la complicidad de los estadounidenses y de quienes participaron en la guerra aérea en nuestros cielos en la noche de aquel 27 de junio», aseguró Amato en una entrevista hoy en el diario La Repubblica.
«El plan era despellejar a Gadafi, que volaba en un MIG de su fuerza aérea. Y el plan era simular un ejercicio de la OTAN, con muchos aviones en acción, en el curso del cual se dispararía un misil contra el líder libio: el ejercicio era un montaje que permitiría hacer pasar el ataque por un accidente involuntario».
Sin embargo, las cosas sucedieron de forma diferente, ya que «Gadafi fue advertido del peligro (por el fallecido líder socialista italiano Bettino Craxi, dice) y no subió a su avión. Y el misil lanzado contra el MIG libio acabó impactando en el Itavia DC9 que se hundió con 81 inocentes dentro», añadió el expresidente del Tribunal Constitucional, que pidió una disculpa francesa.
Estas declaraciones han levantado una polvareda de reacciones, desde las familias de las víctimas, que agradecen sus palabras, hasta quienes las consideran erróneas históricamente, aunque la mayoría piden que aporte pruebas.
El vicepresidente Matteo Salvini dijo que las palabras de Amato «son de una gravedad sin precedentes», pidió saber «si existen elementos concretos que respalden sus palabras» y añadió: «Dado el peso de las declaraciones y su papel relevante en el momento de los hechos, esperamos los comentarios de las autoridades francesas».
Mientras que la hija de Bettino Craxi, el líder socialista que según Amato avisó a Gadafi de que iba a ser atacado, señala que Amato confunde las fechas, pues su padre alertó al líder libio pero en 1986. «Es una reconstrucción que impacta por las imprecisiones históricas que contiene», dijo Stefania Craxi, senadora de la conservadora Forza Italia.
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