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04 de mayo de 2024

EL exsubsecretario de Cultura italiano y polemista televisivo Vittorio Sgarbi

EL exsubsecretario de Cultura italiano y polemista televisivo Vittorio SgarbiRedes sociales

Dimite el subsecretario de Cultura de Italia acusado de robar una pintura barroca de un castillo

El subsecretario se habría encaprichado de La captura de San Pedro del pintor barroco Rutilio Manetti, en manos privadas, y lo robó para exponerlo manipulado diez años después

La intriga comienza en un viejo castillo italiano de Buriasco, en el Piamonte, propiedad de la anciana Margherita Buzio, y tiene como protagonista al subsecretario de Cultura del gobierno italiano, Vittorio Sgarbi.
El final de la historia ya se conoce: Sgarbi ha presentado su dimisión acusado de robar una obra de arte y con la vergüenza de haber deseado la muerte en un accidente de tráfico a varios periodistas. Pero el desarrollo de la historia es sorprendente.
En los muros del castillo piamontés colgaba un cuadro del pintor italiano Rutilio Manetti, de la escuela de Caravaggio y considerado uno de los maestros barrocos de la luz del siglo XVII: La captura de San Pedro.
Sgarbi, entonces un conocido historiador y crítico del arte, visitó en numerosas ocasiones el castillo y se entrevistó con la propietaria para tratar de convencerla de que le vendiera el cuadro. Pero ella siempre se negó.
Una noche, en 2013, unos ladrones entraron en el castillo, cortaron la tela de La captura de San Pedro y se llevaron la pintura.
Margherita Buzio denuncia la desaparición y, tras una investigación infructuosa, la policía archiva el caso, aunque la pintura queda clasificada en Interpol como obra robada.
Diez años después, en una exposición en Lucca, reaparece la obra clasificada como «inédito» de Rutilio Manetti. Su propietario: Vittorio Sgarbi.
El cuadro, sin embargo, mostraba una nada sutil diferencia con la obra robada del castillo de Margherita Buzio: en un lateral figuraba una vela que ilumina gran parte de la escena principal y que no estaba en la pintura robada.
El caso saltó rápidamente a los medios de comunicación –Il Fatto Quotidiano se ha encargado de desvelar gran parte de los detalles– y causó un incendio en el gobierno de Giorgia Meloni, ya que Sgarbi ocupaba desde noviembre de 2022 el cargo de subsecretario de Cultura.
Sgarbi trató de defender su propiedad: aseguró que se trataba de dos obras diferentes. La suya tenía una candela inexistente en la pintura robada, lo que demostraba que no era la misma.
Además, afirmó que su tela es la original, mientras que la robada en el castillo Buriasco sería una mala copia.
Sin embargo, la duda lógica no tardó en saltar: ¿esa vela podría ser una manipulación de la pintura original para poder argumentar que no se trata del mismo cuadro?
Sgarbi ha defendido en todo momento su propiedad. Según declaró, se compró una villa en la localidad de Viterbo y en el desván encontró el Manetti enrollado como una alfombra.
Pero, de demostrarse que la obra es robada, la bravuconería y estupidez de Sgarbi al exponer públicamente una obra robada y buscada por Interpol, podría salirle muy cara.
Además, muestra signos de reconstrucción 3D para disimular los destrozos durante el robo.
La presión sobre Sgarbi no dejaba de crecer. Ante la presión mediática deseó la muerte a varios periodistas en un accidente de tráfico, pero los indicios de la investigación de la fiscalía en su contra no le dejó otra salida y, finalmente, presentó su dimisión.
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