Ucrania calienta la votación de la ayuda militar de EE.UU y advierte que si pierde habrá guerra mundial
El primer ministro ucraniano se mostró optimista sobre la posibilidad de que este sábado el Congreso de EE.UU. dé luz verde a la ayuda militar a Kiev
El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, se muestra optimista. Cree que, esta vez sí, la Cámara de Representantes dará luz verde al paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 61.000 millones de dólares.
La votación tendrá lugar el sábado y, lo cierto, es que si no se aprueba no habrá plan B: Ucrania quedará sola, sin municiones, ante una Rusia envalentonada, con el viento en popa, avanzando día a día y lista para emprender una gran ofensiva que doblegue definitivamente a las fuerzas de Kiev.
En ese sentido, Shmyhal, en una conversación con la BBC, fue muy claro en su advertencia: «Necesitamos es dinero ayer, no mañana ni hoy». «Si no podemos protegernos, Ucrania caerá», y si Ucrania cae, «el sistema global de seguridad será destruido y hará falta encontrar un nuevo sistema de seguridad».
«Se desatarán numerosos conflictos, muchos de ellos guerras de este tipo (como la de Ucrania) y, finalmente, todo esto podría conducir a la Tercera Guerra Mundial», aseguró.
Si el Congreso de Estados Unidos no aprueba la ayuda, Ucrania quedará indefensa ante una Rusia que ha repuesto prácticamente todas sus bajas en combate y que, gracias al apoyo de sus aliados iraníes, chinos y norcoreanos, ha logrado reponer el material destruido.
En la actual fase de la guerra, Rusia cuenta con unos recursos muy superiores a los ucranianos, tanto en tropas como en armamento y municiones de artillería.
Desde enero de 2024, Ucrania se encuentra a la defensiva y ha tenido que ceder plazas importantes, como la de Avdiivka, ante la imposibilidad de defendera.
Sin la ayuda estadounidense, el excomandante del Comando de Fuerzas Conjuntas del Reino Unido, general Sir Richard Barrons, también a la BBC, afirmó que Ucrania podría caer derrotada este mismo año 2024.
El objetivo sería ocupar el corredor de Suwalki y comunicar Rusia con Kaliningrado a través del territorio de Bielorrusia, cuya anexión culminaría tras la guerra ucraniana.
La OTAN experimentaría un grave revés y deberá enfrentarse con un Ejército ruso experimentado en combate, renovado con las lecciones aprendidas en Ucrania y con la maquinaria militar en pleno funcionamiento tras años de guerra en Ucrania.