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Jana Beris
AnálisisJana BerisIsrael

El drama de Siria: entre el peligro yihadista y la oportunidad de destruir el eje encabezado por Irán

El Debate habla con Eyal Drior, un teniente coronel en la reserva de Israel para proporcionar una mirada israelí al drama en Siria

Actualizada 04:30

Los islamistas rebeldes entraron en la ciudad de Hama

Los islamistas rebeldes entraron en la ciudad de HamaAFP

Los recientes eventos en Siria, lo que se ha visto como una reanudación de la guerra que había comenzado en el 2011, tomaron por sorpresa también a Israel, que tiene frontera con territorio sirio y un conflicto abierto con Damasco desde la fundación misma del Estado judío. La particularidad de la situación analizada desde Jerusalén es que por un lado el régimen del Presidente Bashar Al-Asad en Siria es un declarado enemigo, aliado de Irán y Hezbolá, pero por otro los elementos sunitas que pretenden derribarlo son yihadistas extremistas estilo Al Qaeda, que nada tienen a favor de Israel. En esta situación, la pregunta clave sería cuál es el menor de los males.

Para analizar la situación, El Debate recurrió a un teniente coronel en la reserva, reclutado desde el comienzo de la guerra, que tiene en su haber una experiencia singular: hace más de una década encabezó el proyecto humanitario «Buena Vecindad» llevado a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel de ayuda a la población del sur de Siria, cuando estalló en el 2011 la Guerra Civil. «Hasta ahora estoy en contacto con sirios que dejaron su país y que recuerdan con calidez y gratitud lo que hicimos», relata. «También ahora hemos estado en contacto y están sorprendidos por lo dramático de los acontecimientos. Pero ellos son del sur de Siria, y ahora todo está ocurriendo más que nada en el norte, un verdadero drama que inclusive hace una semana no se pensaba llegaría a tanto, con los islamistas suníes tomando inclusive la ciudad de Hama, lo cual los acerca a grandes sitios estratégicos importantes».

Eyal Dror recalca que no se trata meramente de choques entre el gobierno y quienes se le oponen sino que hay alianzas e intereses que acompañan todo, presionan, influyen, con armas y dinero. Recordando la guerra que estalló en 2011 en Siria, sostiene que entre los diversos elementos que combatían al régimen central, los más fuertes eran los islamistas tipo Al Qaeda, no los elementos democráticos. Y esos son los mismos que ahora están avanzando, con el apoyo de Turquía.

Del lado del régimen sirio, están Irán, Hezbolá y Rusia, recuerda Dror.

«Mirando desde Israel, es importante mencionar que Hezbolá y las milicias chiitas estuvieron abocadas todo el tiempo desde el 2012 a combatir con el Ejército sirio, a favor del régimen. Pero cuando estalló la guerra aquí a raíz de la masacre del 7 de octubre del año pasado cometida por Hamás en el sur de Israel, especialmente desde su intensificación en setiembre, hemos visto un número significativo de miembros de Hezbolá en Siria que regresaron a Líbano».

Eyal Dror, Teniente

Eyal Dror, Teniente Coronel en la Reserva de Israel

Al mismo tiempo, Israel atacó numerosos blancos pro-Hezbolá e identificados con Irán en Siria. Todo ello fue interpretado por los islamistas anti Damasco como un debilitamiento claro del régimen central y sus aliados. Israel no tuvo ni tiene ahora vínculo ninguno con ellos, pero los islamistas supieron analizar el escenario y aprovecharon el momento que les pareció propio para reanudar su ataque, años después que muchos pensaran que la guerra en Siria había terminado definitivamente.

«Los insurgentes ven lo que pasa, comprenden que el eje chiita se ha debilitado muchísimo, que Irán recibió un duro golpe, al igual que Hezbolá, al igual que Hamás y los hutíes en Yemen. Entienden que el Ejército sirio se ha quedado mucho más solo, que es débil, que los rusos están más ocupados con Ucrania y lo aprovechan. Pierden el miedo. Turquía, por sus intereses, apadrina y apoya el ataque y aquí estamos», analiza el oficial israelí.

Al intentar comparar entre los logros de los insurgentes al comienzo de la guerra hace más de una década y ahora, Eyal Dror recuerda que en su momento, habían llegado a conquistar casi el 70 % de Siria pero que luego el Ejército sirio había logrado recuperar por lo menos el 90 %. «Hace unos días, habían conquistado por lo menos el 20 % del terreno pero ahora hay acontecimientos impensables casi hace una semana y siguen avanzando».

La zona que este teniente coronel conoce más de cerca, por su involucramiento en aquel proyecto de ayuda a su población civil, es el sur de Siria, contiguo a Israel. «También en aldeas de esa zona comenzamos a ver cierto despertar de elementos insurgentes que ya antes habían sido apagados pero se quedaron», revela. «Ahora ya hay caravanas de solidaridad e identificación, edictos religiosos de apoyo, mucho movimiento interesante. Claro que mucho dependerá de lo que haga Rusia, que no se quedará callada, y de lo que logre hacer Hezbolá, de si vuelve a entrar en Siria, de lo que haga Occidente y por supuesto Irán».

Eyal Dror tiene claro que los insurgentes islamistas son enemigos de Israel, fanáticos y extremistas. Además, sabe que un país en caos, sin una autoridad central clara de Estado soberano, aunque sea un régimen totalitario, es problemático. Pero por otro lado, ve el potencial esperanzador de terminar con el eje chií encabezado por Irán, responsables de la mayor parte del terrorismo contra Israel. Lo expresa, cabe recalcar, como análisis personal, no en nombre de las Fuerzas de Defensa de Israel.

«Yo veo los peligros de la línea de estos opositores al régimen central de Damasco, pero creo que el peligro de su parte y el de la continuación de las acciones del eje encabezado por Irán, son incomparables. No veo a los islamistas ahora conquistando toda Siria, en absoluto. Cuando avanzaron muchos años atrás, comenzaron de un vacío, de un ejército sirio que fue tomado por sorpresa. ISIS era fuerte y ahora no existe como fuerza militar central. Toda la situación es diferente. No tengo dudas de que la oportunidad de terminar con la cabeza de la serpiente, Irán, es muy importante para cambiar la situación estratégica en la región».

Es el momento para que Occidente y especialmente Estados Unidos, den un empujón y hagan caer al régimen de los AyatollasEyal DriorTeniente Coronel en la Reserva de Israel

«Creo que desde comienzos de setiembre, con la nueva etapa en la guerra contra Hezbolá, ha surgido una oportunidad histórica de cambiar a Oriente Medio», sostiene. «El eje chiita que durante años promovió el terrorismo y los esfuerzos por desestabilizar la región, es visto ahora por todos en Medio Oriente como nunca antes. También Hezbolá, a quien nadie se animaba a criticar antes en Líbano y ahora hay muchas voces que lo hacen. Es el momento para que Occidente y especialmente Estados Unidos, den un empujón , sin temor, con visión, y hagan caer al régimen de los ayatolás».

«Claro que Israel no debe ir al frente. Israel, que tuvo que enfrentar a Hezbolá, construyó de hecho la base de todo esto, pero ahora es necesario que se avance, inclusive si durante un tiempo los precios del petróleo suben un poco . Es clave hacerlo porque el eje iraní es una gran amenaza. Israel no coordinó todo esto, tuvo que defenderse. Pero el resultado es que creó una oportunidad. Ahora hay que saber usarla bien».

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