El presidente surcoreano Yoon Suk Yeol pide perdón por la ley marcial y deja su cargo en manos de su partido
El Parlamento decidirá su futuro esta tarde en una votación clave mientras el país vive una intensa polarización
El presidente Yoon enfrenta la moción de censura que podrá costarle la presidencia tras el fracaso de la ley marcial
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, se dirigió este sábado a la nación para disculparse públicamente por su controvertida decisión de declarar la ley marcial el pasado martes, un hecho sin precedentes desde la transición democrática del país en 1987.
La medida, que generó protestas masivas y críticas internacionales, fue revocada horas después por el Parlamento. Sin ofrecer su dimisión, Yoon ha dejado en manos de su partido el destino de su mandato, ahora amenazado por una moción de destitución que será votada en las próximas horas.
Un decreto sin precedentes
La declaración de ley marcial el martes por la noche sorprendió tanto a la ciudadanía surcoreana como a la comunidad internacional. Yoon justificó la medida argumentando la necesidad de proteger al país de «fuerzas comunistas» y «elementos antiestatales». Sin embargo, la decisión fue rápidamente contestada por el Parlamento, donde la oposición tiene mayoría. Durante una noche de tensión y manifestaciones en Seúl, los diputados lograron votar en contra del decreto, obligando al presidente a retirarlo apenas unas horas después.
El episodio, que implicó el despliegue de casi 300 soldados para intentar bloquear el acceso al Parlamento, ha avivado el doloroso recuerdo del pasado autoritario del país. Personal del recinto parlamentario logró impedir el ingreso de las tropas bloqueando entradas con muebles, mientras los diputados, en un gesto simbólico, escalaron rejas para entrar al hemiciclo y anular la orden de Yoon.
Yoon se disculpa, pero evita dimitir
En un mensaje televisado este sábado, Yoon expresó su pesar: «La declaración de la ley marcial surgió de mi urgencia como presidente. Sin embargo, en el proceso, causé ansiedad e incomodidad a los ciudadanos. Me disculpo sinceramente ante aquellos que se sintieron angustiados».
A pesar de las presiones, el mandatario no anunció su renuncia, delegando en su partido, el conservador Partido del Poder Popular (PPP), la responsabilidad de estabilizar la situación política, incluido su futuro en el cargo.
El Parlamento, escenario de una votación crucial
La moción de destitución presentada por la oposición será votada esta tarde en el Parlamento. La oposición, liderada por el Partido Demócrata, cuenta con 192 de los 300 escaños, pero necesita el respaldo de al menos 8 diputados del PPP para alcanzar la mayoría cualificada de dos tercios requerida.
Sin embargo, la postura dentro del partido oficialista está dividida. Aunque la mayoría de sus diputados defendieron inicialmente a Yoon, su líder, Han Dong-hoon, afirmó este sábado que la renuncia del presidente es «inevitable». Además, denunció que durante la crisis se produjeron «indicios creíbles» de órdenes presidenciales para arrestar a políticos opositores.
Las manifestaciones contra Yoon han cobrado fuerza desde el martes, con decenas de miles de ciudadanos concentrándose frente a la Asamblea Nacional. Según un sondeo reciente, la popularidad del presidente ha caído al 13 %, el nivel más bajo desde su llegada al poder en 2022.
Si la moción de destitución prospera, Yoon será suspendido de sus funciones mientras la Corte Constitucional analiza el caso, un proceso que podría prolongarse varios meses. Este episodio ha marcado un punto de inflexión en la política surcoreana, subrayando las tensiones entre un Ejecutivo en minoría y un Parlamento controlado por la oposición. La votación de esta tarde definirá el futuro político inmediato del país y podría sentar un precedente histórico.