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El ministro de relaciones Exteriores de Irán Abbas Aranghchi (Iz) a su llegada a OmánMinisterio de Exteriores de Irán

Finaliza sin acuerdos la cuarta ronda de negociaciones entre EE.UU. e Irán sobre el programa nuclear iraní

Ambas partes llegaron al encuentro con diferencias públicas: Teherán defiende el enriquecimiento de uranio con fines pacíficos, mientras Washington pide su total desmantelamiento

Irán calificó este domingo la cuarta ronda de negociaciones nucleares con Estados Unidos de «difíciles pero útiles», en un encuentro en Omán al que llegaron las dos partes con grandes diferencias acerca del programa nuclear iraní.

«Conversaciones difíciles, pero útiles para comprender mejor las posiciones de cada uno y encontrar formas razonables y realistas de abordar las diferencias», dijo en X el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei.

El diplomático indicó que Omán, mediador entre los dos rivales, coordinará y anunciará la fecha de la próxima ronda.

Por su parte, Estados Unidos calificó de «alentadora» la cuarta ronda de negociaciones y apuntó que se «alcanzó un acuerdo para avanzar en las conversaciones y seguir trabajando en los elementos técnicos».

Una fuente de la Administración de Donald Trump precisó a la prensa que el diálogo fue de nuevo tanto directo como indirecto y duró más de tres horas.

«Se alcanzó un acuerdo para avanzar en las conversaciones y seguir trabajando en los elementos técnicos. Nos sentimos alentados por el resultado de hoy y esperamos con interés nuestra próxima reunión, que tendrá lugar en un futuro próximo. Agradecemos a nuestros socios omaníes su continua facilitación», dijo a Efe la fuente estadounidense.

Esta cuarta ronda de negociaciones nucleares duró unas tres horas y, según Teherán, se realizó de manera indirecta entre la delegación encabezada por el ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, y la parte estadounidense liderada por el enviado especial de EE.UU. para Oriente Medio, Steve Witkoff.

Los dos rivales llegaron al encuentro con diferencias públicas en torno al programa atómico de Teherán, que defiende el enriquecimiento de uranio con fines pacíficos, mientras Washington pide su total desmantelamiento.