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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder islamista de Siria

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder islamista de SiriaAFP

Trump pide a Siria que normalice las relaciones con Israel tras levantar las sanciones al país

El presidente estadounidense levantó las sanciones contra el nuevo gobierno sirio, liderado por un exyihadista, y exigió pasos hacia la normalización con Israel antes de sellar millonarios acuerdos con Catar

Donald Trump, aterrizó este miércoles en Catar en una nueva etapa de su gira por Oriente Medio, después de haber realizado una visita estratégica a Arabia Saudita. Allí, sorprendió al anunciar el levantamiento de las sanciones impuestas a Siria, una decisión que marca un punto de inflexión en la política exterior estadounidense hacia el país devastado por más de una década de guerra civil.

En el marco de esta visita regional, Trump mantuvo una reunión informal de poco más de 30 minutos con Ahmed al Sharaa, actual presidente de Siria. Se trata del primer encuentro entre mandatarios de ambos países en 25 años, y tuvo lugar con la participación virtual del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Según imágenes difundidas por agencias oficiales, también estuvo presente el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán.

La figura de Al Sharaa, quien asumió el poder en diciembre tras liderar una coalición rebelde que derrocó en apenas 11 días al régimen de Bashar al Asad, genera recelo internacional. Su pasado como dirigente de una facción de Al Qaeda en Siria y su detención anterior en una prisión estadounidense en Irak han encendido las alarmas, especialmente en Israel.

Durante el encuentro, Trump instó al nuevo gobierno sirio a avanzar en la normalización de relaciones con Israel y a adherirse a los Acuerdos de Abraham, el marco diplomático impulsado por Washington para integrar a Israel con el mundo árabe. «Le dije: ‘Espero que se unan una vez que hayan estabilizado su situación’, y él me respondió ‘sí’. Pero tienen mucho trabajo por delante», relató Trump a la prensa antes de partir hacia Catar.

El emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani (izq.), y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se marchan tras una ceremonia de firma en el Palacio Real de Doha,

El emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani (izq.), y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se marchan tras una ceremonia de firma en el Palacio Real de Doha,AFP

La Casa Blanca informó que Trump también exigió a Al Sharaa asumir el control de las prisiones donde permanecen detenidos miembros del Estado Islámico y expulsar del país a milicias palestinas consideradas por Washington como grupos terroristas. No obstante, ni el Ministerio sirio de Exteriores ni los medios oficiales de Damasco hicieron referencia a la posibilidad de un acercamiento a Israel en sus comunicados posteriores.

La eliminación de las sanciones fue descrita por el gobierno sirio como una «decisión histórica y valiente» que permitirá aliviar el sufrimiento de la población y sentar las bases para la reconstrucción nacional. En Damasco, cientos de personas celebraron la medida en la Plaza de los Omeyas. «Esperamos que esto abra una nueva era para Siria», declaró un ciudadano entrevistado por la prensa internacional.

Analistas como Rabha Seif Allam, del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram de El Cairo, interpretan la decisión como una aceptación tácita de Washington de las garantías ofrecidas por Arabia Saudita para legitimar al nuevo régimen sirio. A pesar del entusiasmo mostrado en Siria y ciertos sectores regionales, Israel ha manifestado inquietudes ante un posible ascenso de las nuevas autoridades islamistas en Damasco, dado el historial de enfrentamientos en la región, particularmente en los Altos del Golán.

Al llegar a Catar, Trump se reunió durante cerca de dos horas con el emir Mohamed bin Abdulrahman al Thani. Durante ese encuentro se formalizaron varios acuerdos económicos y militares, entre ellos un contrato para la adquisición de 160 aviones Boeing por parte de Qatar Airways, valorado en aproximadamente 200.000 millones de dólares. También se anunció la venta de drones estadounidenses MQ-9B al Estado del Golfo.

La escala catarí, sin embargo, no estuvo exenta de polémica. Trascendió que la familia real ofreció a Trump un Boeing 747-8 para sustituir provisionalmente el Air Force One. El aparato está valorado en unos 400 millones de dólares, y aunque el expresidente aseguró que se trata de un «regalo temporal», la revelación ha generado críticas sobre posibles conflictos de interés y falta de transparencia.

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