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el presidente de Rusia, Vladimir Putin, estrecha la mano del enviado del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, estrecha la mano del enviado del presidente estadounidense Donald Trump, Steve WitkoffAFP

¿Está colando Putin a espías rusos en las negociaciones con Estados Unidos?

El uso de intérpretes del Kremlin en lugar de traductores estadounidenses ha generado alarma entre varios diplomáticos y expertos en relaciones internacionales

Tres reuniones cruciales entre el enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, y el presidente ruso, Vladimir Putin, han desatado una controversia que podría tener implicaciones graves para la seguridad y la confiabilidad de las negociaciones entre los dos países. Las reuniones, que tuvieron lugar el 11 de febrero, 13 de marzo y 11 de abril de este año, estuvieron marcadas por una decisión inusual, y es que Witkoff acudió a todas ellas sin su propio traductor, un hecho que rompió con el protocolo tradicional de alto nivel en negociaciones diplomáticas internacionales. En lugar de contar con traductores de la embajada estadounidense, el enviado de Trump aceptó la interpretación proporcionada por el Kremlin.

Esta decisión ha levantado una serie de preguntas sobre los riesgos potenciales de desinformación y, más preocupante aún, de espionaje. Según una investigación de NBC News, Witkoff confió en los intérpretes designados por el Gobierno ruso, incluido un miembro clave del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Natalia Koshkina, quien se encargó de las traducciones durante los encuentros. Koshkina, nacida en 1991, ocupa actualmente el cargo de segunda secretaria del Departamento de Apoyo Lingüístico del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, un puesto que ha desempeñado desde febrero de 2020. Sin embargo, su trayectoria anterior incluye una importante posición como tercera secretaria de la Misión Permanente de Rusia ante la OTAN, lo que refuerza la posibilidad de que Koshkina esté estrechamente vinculada con las estructuras del Gobierno y la Inteligencia rusa.

En los vídeos de las reuniones publicados por el Kremlin, se puede observar cómo Witkoff entra en la sala sin ningún asesor o intérprete estadounidense. Una vez dentro, un miembro del equipo ruso se acerca y, al notar la ausencia de un traductor, le señala a Koshkina como la intérprete del Kremlin.

El uso de intérpretes del Kremlin en lugar de traductores estadounidenses ha generado alarma entre varios diplomáticos y expertos en relaciones internacionales. Michael McFaul, exembajador de Estados Unidos en Rusia, calificó la decisión de no utilizar un traductor independiente como «un error grave», destacando que la diferencia en la interpretación entre un traductor estadounidense y uno del Kremlin puede ser significativa.

McFaul, que habla ruso con fluidez, señaló que ha sido testigo de cómo el lenguaje de los intérpretes del Kremlin varía sustancialmente del que utilizarían los traductores estadounidenses, lo que podría haber distorsionado los mensajes que Witkoff recibió de Putin. Además, existen serias preocupaciones sobre la posibilidad de que los intérpretes no solo estén desempeñando un papel profesional, sino que puedan estar trabajando para los servicios de Inteligencia rusos.

Natalia Koshkina

Natalia Koshkina

Witkoff, un conocido empresario y aliado cercano de Trump, ha jugado un papel importante como mediador en los esfuerzos de paz en Oriente Medio, pero su falta de experiencia en la diplomacia internacional y su proximidad a Putin han suscitado dudas entre los analistas. En su rol como enviado especial de Trump, Witkoff también ha sido responsable de manejar la crisis con Irán y otros conflictos en la región, pero sus contactos cercanos con Putin, sumados a su decisión de utilizar intérpretes del Kremlin, han generado escepticismo sobre su capacidad para manejar las tensas relaciones con Rusia.

A pesar de la gravedad de la situación, la Casa Blanca ha optado por guardar silencio hasta el momento, sin hacer comentarios públicos sobre las implicaciones de este incidente en sus relaciones con Rusia. Mientras tanto, las negociaciones entre Rusia y Ucrania continúan, y una nueva cumbre se está preparando en Turquía, donde se espera que ambas partes discutan un posible alto el fuego. La delegación estadounidense estará liderada por el secretario de Estado Marco Rubio, el enviado especial a Ucrania, Keith Kellogg, y, como no, Steve Witkoff.

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