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Delegaciones de Rusia y Ucrania en Estambul, Turquía

Delegaciones de Rusia y Ucrania en Estambul, TurquíaMinisterio de Asuntos Exteriores de Turquía

Las primeras conversaciones entre Rusia y Ucrania tras más de tres años acaban en un canje de prisioneros

Las negociaciones, que tuvieron lugar en Turquía, duraron algo menos de dos horas y finalizaron tan solo con el compromiso de intercambiar 1.000 soldados por bando y presentar propuestas para un alto el fuego

Tras varias idas y venidas, y la posibilidad de que las primeras conversaciones directas entre Rusia y Ucrania en Turquía fracasaran antes si quiera de empezar, este viernes las delegaciones de ambos países se han reunido en Estambul. La cita, en la que también participaron como mediadores el país anfitrión y Estados Unidos, se alargó algo menos de dos horas y acabó sin grandes progresos.

Una fuente diplomática ucraniana reconoció a la agencia de noticias Reuters, nada más finalizar el encuentro, que las demandas rusas «son poco realistas y van mucho más allá de todo lo discutido previamente». En esta misma línea, el diplomático denunció que el Kremlin incluyó «condiciones inviables y poco constructivas». Aún así, en una rueda de prensa improvisada, el líder de la delegación rusa, el asesor presidencial, Vladimir Medinski, aseguró estar «satisfecho con el resultado» y se mostró «dispuesto a continuar el contacto».

Entre los compromisos alcanzados, Medinski anunció que Rusia y Ucrania intercambiarán 1.000 prisioneros por bando en los próximos días. Si se llega a concretar el canje, se trataría del mayor intercambio desde el inicio de la guerra. Asimismo, las partes acordaron «intercambiar planes para un alto el fuego» para poder continuar con las negociaciones. Por su parte, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, agregó que también se había discutido una posible reunión entre el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y el de Rusia, Vladimir Putin, y el regreso de los niños ucranianos desplazados forzosamente.

Tras más de tres años, los resultados de los primeros contactos directos no suponen apenas avances hacia la paz. Ambos países llevan intercambiando prisioneros desde casi el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. De hecho, el equipo ucraniano, liderado por el ministro de Defensa, Rustem Umerov, acompañado del viceministro de Exteriores, Sergi Kislitsia; el subdirector del Servicio de Seguridad de Ucrania, Oleksandr Poklad, y el subdirector del servicio de Inteligencia exterior, Oleg Lujovski, llegaba al Palacio de Dolmabahçe, a orillas del Bósforo, con el mandato de apuntalar un alto el fuego total e incondicional.

Así lo explicó el propio Zelenki, desde Tirana, Albania, donde asistió a la cumbre de la Comunidad Política Europea. «Nuestra prioridad número uno es un alto el fuego completo e incondicional», insistió el ucraniano. Asimismo, y como ya hizo este jueves desde Ankara, tras reunirse con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió a sus aliados, tanto europeos como a Estados Unidos, más sanciones contra Moscú si no acepta poner fin a los combates.

Rusia, por su parte, llegaba con un objetivo completamente distinto, hablar sobre las condiciones para poder llegar a esa ansiada tregua, así como abordar «las causas» de la invasión rusa de Ucrania. Esta terminología hace referencia a las exigencias de Moscú de desmilitarizar el país invadido y, entre otras cosas, imponer un Gobierno títere en Kiev. «Hay dos caminos: uno hacia la paz, el otro hacia la destrucción», sostuvo el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, al comienzo del encuentro.

Por el momento, parece que el camino de la paz se aleja. Ya lo adelantó este jueves el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien participó en las negociaciones, que no se mostró demasiado optimista con los resultados de la negociación. «Voy a ser franco, no creo que tengamos grandes expectativas sobre lo que sucederá», confesó Rubio, durante una rueda de prensa con motivo de una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN.

Este primer encuentro entre delegaciones rusa y ucraniana, tras más de tres años, ha estado en el aire hasta el último momento. En la mañana de este viernes, los ucranianos se reunían con los mediadores de Estados Unidos y Turquía para preparar el cara a cara. Posteriormente, los norteamericanos se encontraban con el equipo ruso conformado por el asesor presidencial, Vladimir Medinski; el viceministro de Exteriores, Mijail Galuzin; el director de la Inteligencia militar, Igor Kostiukov, y el viceministro de Defensa, Aleksandr Fomin.

Los nombres elegidos por el Kremlin para viajar a Estambul han sido duramente criticados por Zelenski, que considera que se trata de una delegación de segundo nivel sin poder real para negociar. Nada más finalizar el encuentro, y a la vista de que no existían avances significativos, la delegación estadounidense abandonaba Estambul. Esta jornada, que se presentaba clave, estuvo además marcada por el anuncio de un nuevo paquete de sanciones de la Unión Europea contra Rusia y el intercambio de 909 soldados ucranianos caídos por otros 34 combatientes rusos.

La presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen, informó de que Bruselas ya trabaja en el decimoctavo paquete de sanciones europeo que incluirá, entre otras, medidas contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2 y el sector financiero ruso. A pesar de que Zelenski trata de buscar la complicidad de Trump, a quien llamó por teléfono este viernes, para que aumente la presión sobre Putin, el republicano insiste en que la guerra no se detendrá hasta que se reúnan personalmente. El republicano aseguró, este viernes, que se verá con el mandatario ruso «tan pronto como lo podamos organizar», tras justificar su ausencia en Estambul.

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