
Soldados ucranianos en el frente de guerra
Rusia intensifica su ofensiva mientras negocia la paz con Ucrania: así está el frente de guerra
A pesar de los esfuerzos por negociar, al menos, un alto el fuego en Ucrania, el derramamiento de sangre en el frente no cesa y las armas no callan. Mientras los políticos se centran en la diplomacia y se enfrascan en giras por el mundo, llamadas y cumbres pomposas, los soldados tratan de sobrevivir un día más en el frente, porque, quizás, solo quizás, mañana podría llegar el fin de la guerra. Rusia evita comprometerse a una tregua como condición previa a unas negociaciones porque poco a poco, y a costa de la vida de cientos de miles de sus uniformados, consigue avanzar en algunas regiones ucranianas.
Sin ir más lejos, este jueves, y cuando las negociaciones en Turquía entre Rusia y Ucrania se mantenían en el aire, el Ministerio de Defensa ruso anunciaba la captura de los asentamientos de Novooleksandrivka y Torske, en la región de Jersón. Este martes, el diario británico Financial Times, citando fuentes de Inteligencia ucraniana, aseguraba que las fuerzas del Kremlin han intensificado durante los últimos días sus ofensivas en varios puntos clave a lo largo de los 1.000 kilómetros de línea del frente. El Ejército ucraniano, por su parte, registró en la mañana de este jueves, más de 160 enfrentamientos en la línea de contacto.
El sitio web de monitoreo DeepState indicó que las fuerzas rusas siguen avanzando sobre Toretsk y cerca de Pokrovsk, en el óblast de Donetsk. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha advertido de que Rusia se prepara para lanzar una gran ofensiva en verano con el objetivo de hacerse con el mayor territorio posible de cara a reforzar su posición en las negociaciones de paz. El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) confirma también estos avances además del recrudecimiento de los ataques en la región de Sumi, en la frontera con Rusia.
En los últimos meses, el Kremlin ha conseguido recuperar, además, el óblast de Kursk, bajo control parcial de soldados ucranianos que lograron lanzar una exitosa ofensiva contra este territorio ruso en agosto de 2024 y retener el control hasta que, el pasado mes de abril, el Ejército ruso dio por reconquistado el territorio. En este último tiempo, las fuerzas del Kremlin han aprovechado su situación de ventaja para aumentar sus ataques y presión sobre el norte de Ucrania, especialmente en Sumi y Járkov.

Mapa sobre la situación en el frente de guerra en Ucrania
La región del Donbás, la más castigada por la invasión rusa, es donde Ucrania ha perdido más territorio. Moscú ya controla alrededor del 70 % de Donestk y retiene, prácticamente la totalidad de Lugansk, donde los uniformados rusos ya avanzan hacia la localidad de Kupiansk (Járkov). Así Rusia también mantiene la presión sobre Jersón, pero, según informa el ISW, no han logrado progresos significativos. Estos pequeños avances, aunque constantes, han supuesto el sacrificio de cientos de miles de vidas de uniformados rusos.
Estados Unidos estima que, en los últimos 16 meses de guerra en Ucrania, Rusia ha perdido a más de 400.000 soldados por muerte o heridas, a cambio de retener unos 4.600 kilómetros cuadrados de territorio. La última estrategia de los rusos, para sortear los drones ucranianos que tantas bajas les están causando, es recurrir al uso de motocicletas. «El mando militar ruso parece estar estableciendo una doctrina táctica y una estructura de fuerza para unidades de motocicletas y vehículos civiles en asaltos frontales, lo que subraya los esfuerzos del Ejército ruso por contrarrestar la ventaja de Ucrania en drones y lograr maniobrabilidad en la guerra terrestre moderna», informa ISW.
Asimismo, el think tank estadounidense sostiene que actualmente, «las fuerzas rusas parecen estar utilizando motocicletas en conjunto con vehículos blindados, aunque es posible que las unidades rusas comiencen a realizar asaltos exclusivamente con motocicletas en el futuro». Así las cosas, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, trata de presionar a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, a través del campo de batalla. «Rusia no siente que tenga que poner fin (a la guerra), lo que significa que no hay suficiente presión política, económica y de otro tipo sobre la Federación Rusa», alertó el mandatario ucraniano este jueves desde Turquía. «Si no hay alto el fuego, si no hay decisiones serias, pedimos sanciones apropiadas», insistió.