Estados Unidos pasa a incluir a México en la lista de «países adversarios» al nivel de China o Rusia

La relación entre México y Estados Unidos atraviesa su momento más tenso. Este miércoles, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, sorprendió al incluir a México en una lista de «países adversarios» junto con potencias como China, Rusia o Irán, durante una audiencia ante el Senado. La decisión llega apenas horas después de que el Departamento del Tesoro acusara a tres entidades financieras mexicanas de presuntamente participar en operaciones de lavado de dinero vinculadas al narcotráfico.

Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó con dureza, rechazando las acusaciones y señalando la falta de sustento probatorio. «Hasta ahora no hay una sola prueba que confirme las acusaciones. Si existen, que las presenten. Nosotros no protegemos a nadie», afirmó, en alusión a la investigación contra la casa de bolsa Vector y los bancos Intercam y CI Banco.

El caso tiene una carga política delicada. Alfonso Romo, dueño de Vector, fue jefe de gabinete del expresidente López Obrador y conserva influencia entre figuras del oficialismo, incluidos los hijos del exmandatario, activos aún en la política mexicana.

La polémica escaló rápidamente cuando, en una sesión del Comité de Gastos del Senado, Bondi mencionó a México como una amenaza en el mismo nivel que enemigos tradicionales de Estados Unidos, al ser consultada por el senador Lindsey Graham. «Estados Unidos no se dejará intimidar por ningún adversario extranjero, ya sea Irán, China, Rusia o México», declaró.

Pese al choque, Sheinbaum intentó matizar el conflicto subrayando los avances en materia de cooperación bilateral. Reveló que altos mandos de las Fuerzas Armadas mexicanas se reunieron esta semana con el Comando Norte estadounidense, y que se prepara un nuevo acuerdo de seguridad como parte del entendimiento entre ambos gobiernos. «Existe mucha coordinación en seguridad, eso es lo que importa más allá de declaraciones aisladas», recalcó.

Mientras tanto, el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, se encuentra en México afinando detalles para una visita del senador Marco Rubio, con el objetivo de contener la narrativa de «narcopolítica» que comienza a perfilarse desde ciertos sectores de Washington.