Blaise Metreweli y su abuelo, Constantine Dobrowolski
La primera mujer al frente del MI6 es la nieta de 'El Carnicero', un sanguinario espía nazi
Aunque Metreweli nunca llegó a conocer a su abuelo, Rusia podría usar esta información como «prueba» de que las élites británicas tienen vínculos históricos con el nazismo
Hace apenas 11 días, el MI6, el servicio de Inteligencia británico, anunció que Blaise Metreweli sucederá a Richard Moore al frente de la organización a partir del mes de octubre, un hecho histórico pues nunca antes —salvo en el cine, como sabrán los aficionados de la saga de James Bond—, una mujer había estado al frente de la prestigiosa organización, en sus más de 100 años de existencia.
Metreweli ha surgido, se podría decir, —y haciendo honor a la institución que ahora presidirá— casi de la nada. Hay poca información de ella, salvo que es de orígenes familiares georgianos, estudió en Cambridge y fue parte de la tripulación ganadora de la Regata femenina de 1997. Después de graduarse y unirse al MI6 en 1999, su nombre se perdió en el olvido.
Es por eso que, en el afán por buscar información sobre ella ahora que estará al frente de la prestigiosa organización, el Daily Mail ha apuntado la diana en un rastro que Metreweli no puede borrar, que nació con ello: su familia. Y ahí han dado con que su abuelo fue Constantine Dobrowolski, un ucraniano que desertó, durante la II Guerra Mundial, del Ejército Rojo y se convirtió en un espía de la Alemania nazi en la región ucraniana de Chernígov.
Según la información recopilada por el diario británico, Dobrowolski nació en esa misma región de Chernígov en el año 1906, hijo de un padre germano-polaco y una madre ucraniana. Disfrutó de una buena infancia en la finca que poseía su familia, pero a los 11 años los bolcheviques invadieron su casa y mataron a sus familiares. Él logró huir y pasó la década siguiente utilizando documentación falsa y escondiéndose constantemente, hasta que en 1926 fue capturado y enviado a Siberia, acusado de agitación antisoviética y ocultar su ascendencia.
Con la invasión alemana en 1941, Dobrowolski vio la oportunidad de vengarse del régimen soviético. Apenas iniciada la ofensiva nazi, se ofreció para luchar en el frente y, en la primera ocasión, desertó al bando alemán. A sus superiores nazis les explicó que esperaba desde hacía tiempo que Alemania atacara a la URSS, y que ser parte del Ejército Rojo solo lo habría destinado a tareas de retaguardia por su «infiabilidad política».
Su colaboración con los nazis no se limitó al espionaje. Fue asignado a una unidad blindada de las SS y participó activamente en la represión de la resistencia soviética y en la exterminación de comunidades judías. Aunque algunas fuentes especulan sobre su posible participación en la masacre de Babyn Yar, en la que más de 30.000 judíos fueron asesinados en dos días, documentos indican que ya había dejado Kiev antes de ese suceso.
No obstante, su historial no es menos escalofriante. Organizó una unidad policial ucraniana que, entre octubre y diciembre de 1941, «limpió» 12 distritos locales, lo que le valió el apodo de 'El Carnicero'. Durante este período, la policía ucraniana colaboró con escuadrones alemanes de la muerte y tropas húngaras para asesinar a la población judía. Un testimonio posterior lo vinculó con saqueos y violaciones perpetradas contra mujeres judías, aunque no se ha confirmado su participación directa en esos crímenes.
Uno de los relatos más perturbadores incluye la descripción de su residencia repleta de objetos de valor robados a víctimas judías, como alfombras, manteles de seda y abrigos de piel. Un testigo afirmó que Dobrowolski incluso bromeaba sobre los abusos sexuales cometidos por sus subordinados.
En 1942, Dobrowolski se integró a la Geheime Feldpolizei (GFP), la policía militar secreta nazi, encargada de ejecutar líderes políticos, partisanos y judíos bajo la temida «Orden del Comisario». Fue descrito por sus superiores como «un enemigo acérrimo del bolchevismo» y «un camarada fiable y talentoso en la lucha de bandas».
El rastro de Dobrowolski se pierde en 1943, poco antes de que el Ejército Rojo retomara Chernígov. Aunque su pareja, Varvara, se declaró viuda al casarse en 1947, registros soviéticos posteriores aún lo listan como fugitivo, describiendo su físico en detalle y señalando que existían muestras de su escritura y fotografías. No queda claro si murió durante la guerra o logró ocultarse entre las sombras.
¿Una carta en la baraja para Rusia?
Lo que ahora temen diversos medios, teniendo en cuenta que el Kremlin ha convertido la narrativa de la «desnazificación» en uno de los pilares propagandísticos de su invasión a Ucrania, es que el país presidido por Vladimir Putin utilice el nombramiento de Metreweli y su pasado familiar para desacreditar las informaciones tomadas desde Londres
Rusia podría presentarlo como «prueba» de que las élites británicas tienen vínculos históricos con el nazismo, intentando así desacreditar la autoridad moral del Reino Unido y del MI6 en su apoyo a Ucrania. Aunque tales ataques serían manipulaciones evidentes —además Metreweli ni siquiera conoció a su abuelo—, el régimen de Putin ha demostrado que no duda en usar la desinformación como arma geopolítica.