Zelenski y Trump acuerdan trabajar para «reforzar» las defensas aéreas de Ucrania tras el mayor bombardeo ruso

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha mantenido una llamada telefónica este viernes con su homólogo estadounidense, Donald Trump, el mismo día en que su país ha sufrido el mayor bombardeo ruso contra la capital, Kiev. El encargado de confirmar esta conversación, que se prolongó durante unos 40 minutos, fue el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak. Yermak informó, a través de su cuenta de Telegram, de que se trató de «una conversación muy importante y significativa entre los presidentes. Todos los detalles se darán a conocer muy pronto».

Poco después, Zelenski, que aprovechó el contacto para felicitar a Trump por el Día de la Independencia, explicó que ambos hablaron sobre la ofensiva rusa de este viernes y sobre la situación en el frente. «Se necesita un acuerdo decente para la paz, y Ucrania apoya las propuestas estadounidenses», explicó el ucraniano en redes sociales. Así, no dudó en agradecer al republicano su «apoyo». En este sentido, sostuvo que ambos discutieron «las opciones de defensa aérea y acordamos que trabajaríamos para reforzar la protección del cielo. Acordamos una reunión adecuada entre nuestros equipos».

En esta misma línea, el mandatario ucraniano apuntó que también se plantearon «compras e inversiones mutuas». Zelenski, con esta llamada, buscaba que Trump volviera a suministrar a Ucrania los sistemas de defensa antiaéreos Patriot, tan necesarios para poder hacer frente a ataques como el de esta noche. El Pentágono interrumpió este martes la entrega de este tipo de armamento a Kiev y justificó la medida en la necesidad de preservar los intereses estratégicos y las reservas militares estadounidenses.

El ucraniano, ante la negativa de Washington, ha propuesto a su homólogo comprar los Patriot. Esta opción tampoco parece convencer al estadounidense, que insiste en que las reservas de su país también se están agotando. A esta idea también se sumó el canciller alemán, Friedrich Merz, que este jueves discutió con Trump la posibilidad de comprar a Estados Unidos sistemas antiaéreos para Ucrania. Ese mismo día, Trump también estuvo al teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, que insistió en que «no renunciará a sus objetivos» en Ucrania, una forma sutil de decir que no tiene intención de poner fin a los combates ni a los bombardeos, como le exige el estadounidense.

El republicano, en declaraciones posteriores a la prensa, reconoció que estaba «decepcionado» con la actitud de su homólogo ruso. «Estoy muy decepcionado con la conversación con Putin. Sinceramente, me parece que Putin ya no está dispuesto a negociar la paz. Estoy muy decepcionado porque no creo que quiera parar, y eso es muy malo», confesó. Por si a Trump no le habían quedado claras las verdaderas intenciones de Putin en Ucrania, Moscú lanzó durante la madrugada de este viernes un número récord de aviones no tripulados contra la capital ucraniana.

Hasta 550 drones y once misiles balísticos cruzaron los cielos de Kiev, en un ataque que empezó alrededor de la medianoche y se prolongó hasta las 4 de la madrugada, y que acabó con la vida de una persona y dejó otras 26 heridas. La Fuerza Aérea ucraniana informó de que 72 aviones no tripulados lograron superar sus defensas aéreas. Zelenski denunció que este ataque ruso, el mayor registrado en los más de tres años que dura la invasión, «es una prueba clara de que sin una presión verdaderamente a gran escala, Rusia no cambiará su comportamiento destructivo». «Es necesario que, por cada golpe a las personas y a sus vidas, sientan las correspondientes sanciones y otros golpes a su economía, a sus ingresos, a su infraestructura», escribió en redes sociales.

Aunque la diplomacia se encuentra totalmente bloqueada, Rusia y Ucrania sí mantienen los intercambios acordados durante las rondas de conversaciones en la ciudad turca de Estambul. Sin ir más lejos, este viernes, ambos países realizaron un nuevo canje de prisioneros. «Nuestra gente está en casa. La mayoría de ellos han estado en cautiverio ruso desde 2022», confirmó Zelenski, que explicó que se trata de soldados de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional, el Servicio Estatal de Guardia de Fronteras y el Servicio Estatal de Transportes Especiales. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que todos sus uniformados ya se encuentran en Bielorrusia, «donde se les ofrece la ayuda psicológica y médica necesaria».