El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel
Díaz-Canel culpa de la profunda crisis de Cuba a la «guerra económica» de EE.UU. que bloquea el país
En la reunión plenaria del comité central del Partido Comunista cubano hacía un alegato a la «unidad» como «prioridad porque la existencia misma de la Revolución depende de ella»
En su discurso al cierre de la reunión plenaria del comité central del Partido Comunista de Cuba, el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, aseveró que el país «hace más de 60 años» que «vive y resiste bajo condiciones de guerra».
«Todos los días caen a nuestro alrededor las bombas de la guerra económica, que bloquea, que obstaculiza, que frena o ralentiza todos los esfuerzos», declaraba. Así, hacía referencia al Memorando Presidencial de Seguridad Nacional anunciado por la Administración Trump contra Cuba que, según el dictador, ratifica la estrategia de «endurecer la guerra económica» por parte de EE.UU.
«Otra vez el imperio apuesta a una crisis política y social que desemboque en un estallido durante el verano. Por eso, anuncian constantemente medidas y amenazas sobre las dificultades actuales, aumentando el peso indiscutible que estas tienen sobre las condiciones de vida de la mayoría del pueblo, sobre el cual se lanzan con todos los medios a subvertir, confundir y desorientar», comentaba.
Defensa de la unidad
Díaz-Canel llamaba a «defender la unidad es la prioridad, porque la existencia misma de la Revolución depende de ella». De la misma manera, también resaltaba la tarea de aumentar la producción de bienes y la prestación de servicios eficientes, y liberar de la burocracia a empresas estatales y no estatales.
El dictador consideraba «imprescindible» aumentar los ingresos en divisas, de «imperioso» lograr la estabilización del Sistema Electroenergético Nacional. Resaltaba, a su vez, «la mayor prioridad» del desarrollo de la agricultura y la industria alimentaria.
La inflación, la escasez de productos básicos y la crisis energética han sumido a Cuba en una honda crisis desde hace cinco años, siendo agravada por la pandemia, las sanciones norteamericanas y las fallidas políticas económicas.
El régimen puso en marcha en 2024 un plan de medidas de austeridad y dolarización de distintos servicios, que aumentaron los precios en la moneda nacional. Sigue sin conocerse el PIB de ese año, aunque a finales de este, se daba por hecho que se contraería de nuevo.