¿Qué aranceles le esperan a la UE en la carta que enviará Donald Trump ?
El presidente anticipó esta semana que Europa recibirá un impuesto del 50 % al cobre, pero dijo que analizaba imponer otro del 200 % a los productos farmacéuticos si sus fabricantes no trasladan sus plantas de producción a Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump
«Estamos hablando con ellos, y nos están tratando amablemente, después de años de ser terribles con nosotros. Solo quiero que sepan que una carta significa un trato. Tenemos 200 países. No podemos reunirnos con 200 países». Las declaraciones del martes de Donald Trump anunciaba una cadena de cartas, –es muy aficionado al género epistolar– a los países con los que aún no había llegado a un acuerdo por los aranceles. Es decir, para todos menos China, Vietnam y el Reino Unido.
En las últimas horas el presidente de Estados Unidos comenzó a despachar otra tanda de misivas a la ya conocida que recibieron Japón, Corea del Sur, Birmania, Laos, Camboya, Tailandia, Serbia, Bangladesh, Indonesia, Sudáfrica, Bosnia y Herzegovina, Túnez, Kazajistán y Malasia. Las últimas las ha ido subiendo, una vez más, pausadamente este miércoles en su red Truth Social. Filipinas, Moldavia, Argelia, Irak, Libia y hasta el sultán de Brunei, entre otros, han recibido la suya. Los aranceles oscilan entre el 20% y el 30 % en función del producto.
Tic, tac para la Unión Europea
La Unión Europea espera recibir la suya en las próximas horas. Las negociaciones, en la recta final, parece que han transcurrido en un tono más diplomático y técnico, lejos de aquellas expresiones de desprecio a Europa tanto de Trump como de buena parte de sus colaboradores, incluido el vicepresidente J.D. Vance y el secretario de Defensa. Pet Hegseth.
Trump anticipó esta semana que Europa recibirá un impuesto del 50 % al cobre y dijo que analizaba imponer otro del 200 % a los productos farmacéuticos si sus fabricantes no trasladan sus plantas de producción a Estados Unidos. El presidente aseguró que se les concederá «aproximadamente un año, un año y medio» para instalarse en el país.
Aplazamientos o prórrogas
El estado de situación y los antecedentes demuestran que el plazo de 90 días que el presidente de Estados Unidos concedió a sus socios para cerrar 90 acuerdos que sustituyeran los llamados aranceles «recíprocos», ha resultado insuficiente. Washington ha dado carpetazo a tres de pactos y se ha visto obligado a conceder una prórroga hasta el 1 de agosto para evitar nuevas sacudidas en unos mercados en estado de alerta desde el 20 de enero, fecha de su segunda investidura. Los «afortunados» con Trump han sido China, Reino Unido y Vietnam.
El convenio con Londres quedó sellado el 16 de junio en el marco de la cumbre del G7
El convenio con Londres quedó sellado el 16 de junio en el marco de la cumbre del Grupo de los Siete Países más Desarrollados (G7) y entre otros términos, comprometió a EE. UU. a reducir sus aranceles a los sectores británicos del automóvil y el acero. En reciprocidad, como recuerda Efe, Londres se compromete a ampliar el acceso a su mercado cárnico, además de rebajar a su socio las tasas al etanol.
El de Pekín tras sendas reuniones en Ginebra y Londres, y según apuntó el presidente de Estados Unidos, incluye un arancel estadounidense del 55 % a productos chinos y otro del 10 % a los bienes del país norteamericano por parte de China. En el punto más álgido del enfrentamiento o subasta con algo parecido a: quien da más, ambos países llegaron a imponer –de palabra– el 145 y al 125 % de impuestos a sus respectivas exportaciones.
El acuerdo con Vietnam, anunciado el 2 de julio, fue el último y contempló un 20 % de tasas sobre las importaciones de la nación asiática y un 40 % sobre los envíos de mercancías vietnamitas a través de terceros países.
La cronología de la lluvia de aranceles que descargó Trump ha sido desconcertante, complicada, con marchas y contramarchas y con un saldo de pérdidas de miles de millones de dólares para unos y de ganancias similares para otros.
El 1 de febrero el presidente de Estados Unidos firmó órdenes ejecutivas imponiendo aranceles del 25 % a Canadá y México y del 10 % a China a partir del 4 de febrero, recriminando a los dos primeros un control migratorio laxo en sus fronteras y al tercero poca vigilancia en el tráfico de fentanilo que acaba llegando a EE. UU. con precursores procedentes de ese país.
Su medida fue seguida de promesas de represalia por parte de los afectados y de una pausa de 30 días para Canadá y México en la aplicación de lo anunciado por Estados Unidos, mientras estos trabajaban por corregir la situación denunciada.
Las fechas claves
A los aranceles por países el líder republicano sumó gravámenes sectoriales del 25 % a las importaciones del acero y el aluminio, mientras que ese mismo porcentaje a las entradas del cobre, comunicado el pasado martes, todavía no ha quedado materializado en un decreto. Chile, principal exportador de este metal está pendiente de su decisión. Lo mismo le sucede a Perú, Indonesia y Australia.
Pero la cronología de la guerra arancelaria tiene dos fechas clave: el 2 de abril, cuando anunció la imposición de aranceles mal considerados recíprocos, con una base mínima del 10 % y otra más elevada para aquellos con excedente comercial con Washington; y el 9 de abril, fecha en la que entraban en vigor, pero Trump anunció una tregua que ahora habría concluido, y que mantuvo pese a todo ese mínimo del 10 %.
Donald Trump avisó que la Unión Europea recibirá su propia misiva en un par de días. Si cumple su palabra, esta debería llegar a Bruselas este jueves. Es decir, a partir de este minuto.