Trump cumple su amenaza e impone aranceles del 30 % a la Unión Europea

El martes avisó que la carta con aranceles a la Unión Europea estaba al llegar. Dijo que probablemente lo haría en dos días. Finalmente ha tardado un poco más, pero ha cumplido su amenaza. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mandado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunciándole aranceles del 30 %. También ha enviado otra a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con idéntica tarifa.

El texto dirigido a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha sido compartida públicamente por el propio Trump a través de su red social, Truth. La decisión se produce tras semanas de negociaciones a contrarreloj entre Washington y Bruselas, en las que se abordaron sectores especialmente sensibles, como el de la automoción, clave para Alemania, o la industria aeronáutica. Aunque los contactos se intensificaron, fuentes comunitarias admiten que no fueron suficientes para evitar las represalias.

«Tenga en cuenta que el 30 % es mucho menor de lo necesario para eliminar la disparidad del déficit comercial que tenemos con la UE. Como sabe, no se aplicará ningún arancel si la Unión Europea, o empresas de la UE, deciden fabricar productos en Estados Unidos», explica el mandatario en su misiva. En ese sentido, Trump destaca que el Gobierno de Estados Unidos hará «todo lo posible para obtener las aprobaciones de forma rápida» de empresas europeas que quieran fabricar en Estados Unidos. «En otras palabras, en cuestión de semanas, la Unión Europea permitirá un acceso completo y abierto al mercado estadounidense, sin aranceles, con el fin de reducir el gran déficit comercial», escribe Trump en su carta.

El presidente estadounidense también explica que, si el bloque comercial de 27 países decide aumentar sus aranceles y tomar represalias, la cantidad que elija la UE «se añadirá al 30 %» que cobrará Estados Unidos.

La nueva tarifa se añade a una batería de gravámenes ya anunciados desde el regreso de Trump a la Casa Blanca. En los últimos meses, su Administración ha fijado un 25 % a los vehículos y componentes europeos, un 50 % al acero y al aluminio, un 10 % general a una larga lista de productos y esta misma semana se ha sumado un 50 % al cobre. También ronda la amenaza, aún no formalizada, de imponer un arancel del 200 % a productos farmacéuticos europeos si no trasladan sus fábricas a suelo estadounidense.

En paralelo a las cartas enviadas a Bruselas y Ciudad de México, otras 21 capitales han recibido misivas similares esta semana. Figuran países tan diversos como Japón, Corea del Sur o Canadá. Los aranceles propuestos oscilan entre el 20 % y el 40 %, pero con una excepción notable, que es Brasil.

El país sudamericano ha sido sancionado con un gravamen del 50 %, muy por encima de lo anunciado previamente en abril. En la carta dirigida a Luiz Inácio Lula da Silva, presidente brasileño, Trump acusa al Gobierno de actuar con «venganza política» contra el expresidente Jair Bolsonaro, juzgado por su presunta implicación en el intento de golpe de Estado de enero de 2023.

El castigo a la Unión Europea llega en un momento particularmente delicado. La tregua comercial que Trump estableció unilateralmente el 9 de abril, cuando suspendió durante 90 días los aranceles iniciales a la espera de acuerdos individuales, expira el 1 de agosto. Aunque el presidente decidió ampliar ligeramente ese margen, las cartas suponen un claro aviso, y es que el tiempo se agota y Washington no está dispuesto a esperar mucho más. Bruselas teme que las nuevas tarifas desestabilicen ese equilibrio y prepara ya su estrategia de respuesta. El lunes, los ministros de Comercio de los Veintisiete discutirán el contenido de la carta y las posibles vías para frenar la escalada.

Cuando el mandatario norteamericano decretó una tregua en la guerra aranceleria, lo hizo con la esperanza de renegociar pactos comerciales con el resto del mundo, pero la jugada no le ha acabado de salir a Trump. Hasta ahora, solo tres países han conseguido cerrar pactos comerciales: Reino Unido, Vietnam y China, aunque el pacto con Pekín incluye aún aranceles del 55 % y del 10 %, respectivamente, a productos de ambos lados. Ahora, el presidente estadounidense regresa a su antigua postura de negociar a través de la fuerza.

Respuesta desde Bruselas

La contestación de la Unión Europea a la carta que ha llegado desde Washington no se ha hecho esperar. Ursula von der Leyen ha afirmado que, pese a los aranceles, la UE sigue dispuesta a trabajar para llegar a un acuerdo. «Seguimos dispuestos a seguir trabajando para alcanzar un acuerdo antes del 1 de agosto. Al mismo tiempo, tomaremos todas las medidas necesarias para salvaguardar los intereses de la UE, incluida la adopción de contramedidas proporcionadas si es necesario», ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea.

Por otra parte, desde Roma, el Gobierno de Giorgia Meloni ha expresado su «confianza en la buena voluntad de todas las partes para llegar a un acuerdo equitativo que refuerce Occidente en su totalidad». «El Gobierno italiano sigue con gran atención el desarrollo de las negociaciones en curso entre la UE y Estados Unidos, respaldando plenamente los esfuerzos de la Comisión Europea que serán intensificados en los próximos días», asegura el Ejecutivo en un comunicado.