El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin
Trump estudia con Putin una Ucrania ocupada «a la israelí»: sin fronteras nuevas pero bajo control ruso
Desde la Casa Blanca niegan que se haya planteado esta opción en conversaciones entre ambos países
Las alarmas diplomáticas se han encendido. Estados Unidos y Rusia han discutido acerca de un posible modelo de ocupación del territorio ucraniano, tomando como referencia la presencia israelí en Cisjordania.
La base del plan gestado a raíz de conversaciones entre enviados de ambas potencias, plantea un control económico y militar del territorio por parte de Rusia. Sin embargo, no se verían alteradas las fronteras de forma oficial, tal y como ha informado The Times a raíz de una fuente cercana al Consejo de Seguridad Nacional estadounidense.
«Será como si Israel ocupara Cisjordania», señaló la fuente, «Seguirá siendo Ucrania, porque nunca renunciará a su soberanía. Pero la realidad es que será un territorio ocupado». Asimismo, explicó que la idea nació hace semanas en conversaciones entre Steve Witkoff, enviado de paz del presidente Trump, y sus homólogos rusos. Se entiende que Witkoff, a quien Trump también ha encomendado establecer la paz en Medio Oriente, apoya la idea.
Por el otro lado, la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Anna Kelly, negó de forma tajante esta información. «Esto es pura información falsa y un reportaje descuidado por parte del Times, que claramente cuenta con fuentes pésimas. No se habló de nada parecido con nadie en ningún momento», señaló tajantemente.
A pesar de que Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, ha reiterado en numerosas ocasiones su negativa a ceder el territorio, determinados funcionarios de EE.UU. defienden que una ocupación «de facto» podrá ser la clave para establecer una tregua sin modificar la frontera de forma legal, pasando por alto las restricciones constitucionales ucranianas.
Con todas las miradas expectantes de cara al encuentro que se celebrará en Alaska entre Trump y Putin, la posible revelación de este plan podría cambiar por completo el escenario internacional, avivando nuevas tensiones y marcando un giro sustancial en la política exterior estadounidense.
